El eslabón perdido entre
la raíz judía y el fruto cristiano
Por: Israel Steinmetz Traductor: Luis Ramírez
En los últimos cuarenta
años, las iglesias cristianas se han encontrado cada vez más con el movimiento
conocido como JUDAISMO MESIANICO. En particular, los miembros de la Iglesia de
Dios (7o. día) han estado en contacto, de varias formas, con uno o varios de
los rasgos característicos de este movimiento:
* Énfasis en los
elementos JUDIOS, de nuestra herencia Judeo-Cristiana
* Elevación de la TORAH
en nuestra fe y práctica
* Observancia de FIESTAS
HEBREAS anuales
* El uso de tan
mencionados NOMBRES SAGRADOS y de otras PALABRAS HEBREAS
* Afinidad por ENSEÑANZAS
y TRADICIONES JUDIAS no bíblicas
La mayoría de nosotros,
en el trabajo pastoral, nos enfrentamos en ocasiones con estas influencias.
¿Cuál debe ser nuestra respuesta? ¿Cómo habla la Biblia sobre estos temas? Mi
interés no es criticar el Movimiento Mesiánico, sino ofrecer un consejo sobre
cómo los miembros de la Iglesia de Dios (7o. día) deben responder a sus
diversos puntos de contacto.
Para hacer esto,
analicemos cada uno de los puntos arriba mencionados. Espero que pongamos las
bases para un acercamiento a los conceptos, y que esto nos prepare para poder
analizar otros asuntos relacionados que puedan surgir.
NUESTRA HERENCIA JUDIA
El primer asunto es el
interés de nuestros amigos mesiánicos de enfatizar los elementos judíos de
nuestra herencia judeo-cristiana. Esta parte de nuestra herencia no debe ser
ignorada. Como dice Pablo apreciando a los israelitas:
(Copiar y poner centrado
ROMANOS 9:4-5)
Una rica herencia, sin
duda! ... Pero debemos inmediatamente añadir: Una herencia incompleta. Porque
todo lo que perteneció al pueblo judío en el Antiguo Pacto fue sólo una sombra que
tuvo su cumplimiento en el Nuevo Pacto de Jesús, el Mesías.
Es cierto que el Mesías
surgió de los judíos, según la carne, pero nosotros no conocemos a Cristo según
la carne:
(Copiar II Co. 5:16)
Por el contrario,
nosotros lo conocemos como el Señor del cielo y de la tierra... y de los
judíos y de los gentiles también. Él
debe tener la supremacía en todas las cosas:
(Copiar Colosenses 1:15-19)
Esto incluye cómo
entendemos el Antiguo Pacto y todas las cosas judías.
Este es el delicado
balance entre valorar nuestra rica herencia en el Judaísmo del Antiguo Pacto y
reconocer a Jesús por lo que Él es y por quien la Iglesia de Dios (7o. día) se
está esforzando.
Nuestro TESTAMENTO DE FE,
por ejemplo, expresa el papel de apoyo del Decálogo dentro de la comunidad del
Nuevo Pacto, afirmando, al mismo tiempo, la divinidad de Cristo. Nosotros
debemos sacar todo de la Escritura (Antiguo y Nuevo Testamento) para apoyar
nuestras enseñanzas.
Todo el beneficio de
nuestra herencia judía será mejor preservado si exhaltamos totalmente al Señor
Jesús (su persona, sus palabras, sus obras) y, al mismo tiempo, honramos los aspectos permanentes de la
religión hebrea. Pero enfatizar los elementos judíos de nuestra fe a expensas
de Cristo, es idolatría.
LA IGLESIA Y LA TORAH
El siguiente punto es el
deseo de elevar la Torah en la vida y práctica de la iglesia. Un vivo ejemplo
de esto es la tradición judía (adoptada por muchos mesiánicos) de danzar
alrededor de la sinagoga con un rollo de la Torah, besándolo y guardándolo en
un lugar consagrado.
Por una parte, aplaudimos
la actitud detrás de este amor por la ley, viéndolo reflejado en el Salmo 119 y
otros textos. Sin embargo, moderación y precaución son requeridos en esto. Como
cristianos, reconocemos la ley como santa, espiritual y buena:
(poner Rom. 7:12)
Pero también la
reconocemos como débil por la carne e incapaz de hacer lo que sólo Cristo puede
hacer:
(insertar Ro. 8:2-3)
La ley, dice Pablo, fue
añadida por causa de las transgresiones. Fue un instructor para llevarnos a
Cristo, esclavizándonos bajo su condenación. Mientras que sirve actualmente
como una norma de santidad, debemos reconocer sus severas limitaciones, pues no
puede hacer nada para salvarnos o santificarnos. Por eso descansamos totalmente
en la gracia de Cristo.
Así que, cualquier honor
dado a la ley de la Torah, debe ser cuidadosamente considerado y guardado en su
propia perspectiva, respecto al más grande objeto de nuestra celebración y
honra, Jesús el Mesías.
FIESTAS JUDIAS
La observancia de fiestas
judías es un tema recientemente considerado por nuestro Concilio Ministerial.
El Concilio acordó la posición histórica de la iglesia, de no observar estas
fiestas judías.
También, aceptar a
aquellos miembros y congregaciones que las practican, con tal que no insistan
en su observancia como una condición de fraternidad o salvación. Además, que en
su promoción aclaren que su observancia no refleja la posición histórica de la
iglesia.
Estos son aspectos
importantes para recordar. Celebrar al Mesías, Jesús, como cumplimiento de las
fiestas dadas a Israel es válido y valioso.
NOMBRES SAGRADOS
La insistencia de
algunos, de que los cristianos deben usar el idioma HEBREO en su vocabulario
religioso, es algo problemático. A pesar del insistente énfasis en este
aspecto, hay simplemente un argumento muy débil: De exigir a las personas que
no hablan hebreo, reemplazar palabras de su propio idioma, por palabras
hebreas.
Dios es el creador de las
lenguas. El nunca ha dado instrucciones a los no hebreos… a que hablen hebreo! El apóstol de Dios para las naciones,
Pablo, escribió todas sus epístolas en GRIEGO. Pablo jamás se sintió impulsado
de reemplazar IEOSOU CHRISTOS por JESHUA HA-MESSIACH… Ni nosotros debemos
sentirnos obligados a hacerlo.
Juan, en su visión
apocalíptica, vio gentes de todas las razas, de todas las naciones, de todas
las lenguas, adorando ante el trono de Dios. No hay ninguna indicación de que
estaban adorando en otro idioma que no fuera su lengua nativa… ni tampoco
existe para nosotros.
(Poner Ap. 7:9-12)
COSTUMBRES JUDIAS NO
BÍBLICAS
El quinto y último asunto
puede ser una fuente de peligro y confusión, es cuando las gentes con una
obsesión por las costumbres, enseñanzas y tradiciones judías NO BÍBLICAS, las predican
como normativas para los cristianos.
Incluye prácticas como
bodas judías, sábados rituales y fiestas de pascua con comidas y cultos.
También: Oraciones y frases judías tradicionales… Y tradiciones y enseñanzas
rabínicas.
¨Si esto es judío, debe
ser bueno¨!... es su actitud. En respuesta, somos exhortados a hacer una
reflexión teológica seria.
TRADICIONES JUDÍAS
EXTRA-BÍBLICAS
Este tipo de tradiciones
fueron condenadas por Jesús en varias ocasiones, cuando dichas tradiciones
estaban en conflicto con los mandamientos de Dios. Veamos este ejemplo:
(Copiar Marcos 7:1-13)
Esto debe alertarnos, de
que todas las tradiciones judías deben ser cuidadosamente analizadas a la luz
de las Escrituras, reconociendo el peligro real que se esconde dentro de
algunas de ellas.
(Insertar Col. 2:20-23)
Pablo también se lo
expresa a Tito:
(Poner Tito 1:14)
Así que, debemos estar
alertas hacia estas costumbres y enseñanzas judías surgidas desde el tiempo de
Cristo, tal como lo hacemos cuando nos enfrentamos a otras religiones hechas
por el hombre.
EL DIOS DE LOS DOS PACTOS
Es común escuchar la
afirmación de que Dios tiene dos pueblos, judíos y cristianos, con un pacto con
cada uno de ellos. Que ambos son igualmente aceptados ante los ojos de Dios, pero
bajo términos separados y pactos distintos. Tal afirmación disminuye la gloria
mayor del nuevo pacto.
(Copiar II Co. 3:6, 9, 11)
El pueblo de Dios del
Nuevo Pacto, no son los que son judíos externamente, en la carne, que muestran
una religión hecha por el hombre.
(Poner Ro. 2:28-29)
Por tanto, son judíos
todos los que son simiente de Abraham e hijos de Dios por la fe en Jesús.
(Insertar Gal. 3:7-14,
16, 29)
CRISTO DERRIBÓ EL MURO
En Cristo Jesús, el muro
de separación que dividía a judíos y gentiles, ha sido derribado. Y los
gentiles han sido injertados en la misma planta como judíos, para convertirse
en un nuevo hombre, identificado no por la raza sino por la fe en Jesús, el
Hijo de Dios… el Mesías.
(Copiar Efesios 2:11-22 y
3:5-6)
Por tanto, los que no
tienen al Hijo, no pueden clamar al Padre o recibir vida eterna.
(Poner Jn.17:3)
(Poner también Ia. Jn.
2:23 y 5:11-13)
QUÉ HACER COMO CRISTIANOS
Las enseñanzas,
costumbres y tradiciones judías desde la venida del Mesías, deben ser tratadas
con un cuidado extremo y una seria reflexión teológica. No indiscriminadamente
aceptarlas como buenas… simplemente porque son judías.
RECONOCIMIENTO Y
DISCRECIÓN
En resumen, el Judaísmo
Mesiánico parece ser un movimiento legítimo dentro del Cristianismo, derribando
algunas barreras que, históricamente, han conservado los judíos respecto a la
venida de Cristo. En este aspecto, merece un reconocimiento este movimiento.
Sin embargo, debemos ser prudentes en los puntos de contacto que tengamos con
el Judaísmo Mesiánico.
Todo el libro de Hebreos
es un llamado urgente a todos los que conocen las excelencias del Nuevo Pacto y
su Cristo, para no regresar a las turbias reflexiones del Antiguo Pacto. Los
temas tratados aquí, nos alertan sobre la necesidad de una evaluación
cuidadosa, bajo la más grande luz del evangelio… y para exaltación del Señor
Jesús en todo lo que hacemos.
Notas del escritor:
- Aunque consultamos varias fuentes respecto a la historia del
Judaismo Mesiánico, el autor agradece principalmente a K. W. Rick por su
artículo titulado JUDAISMO MESIANICO, en el Diccionario Evangélico de
Teología, Segunda Edición, ed. Walter A. Elwell (pg.765).
- A pesar de los esfuerzos de DAVID H. STERN y de otros, de rociar
las epístolas con palabras hebreas, el hecho es que el apóstol Pablo las
escribió en el lenguaje común de sus días (GRIEGO), el cual fue entendido
por las multi-étnicas iglesias que las recibieron… Pablo frecuentemente mencionó las citas
bíblicas, de la traducción griega del Antiguo Testamento !
Nota del Traductor:
Este estudio es una
traducción del artículo MESSIANIC JUDAISM, publicado en la revista Bible
Advocate (Mayo-Junio, 2011), perteneciente a la Iglesia de Dios (Séptimo Día),
con Oficinas Generales en Denver, Co (E.U.)
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