Contacto radar

 Contacto Radar significa en este espacio:

“Reporte y Análisis De Asuntos Religiosos” 

(RADAR), porque muchos asuntos penetran el espacio religioso y es muy importante detectarlos, identificarlos y separarlos por medio de una pantalla crítica de reflexión. El objetivo de esta columna es la búsqueda de ecos que hagan ruido en la pantalla del mundo religioso para darles Contacto Radar.

Observo mi pantalla y en su espacio religioso identifico a lo que se conoce como Judaísmo Mesiánico, es decir, los judíos (o que proclaman serlo) que reconocen a Jesús como el Mesías sin dejar el estilo de vida judío.

 Un grupo religioso ambiguo y sectario que trata de combinar la religión judía y la religión cristiana en una sola fe. Digo ambiguo porque no son realmente judíos, el mismo judaísmo y el Estado de Israel los desconoce como tales; ni son cristianos, porque su énfasis es tendencioso, exclusivista y más judaizante que cristiano.  Por un lado, si Jesús no es el Mesías tienen una suscripción al Judaísmo Moderno y sus actualizaciones; por otro lado, si acepta a Jesús como el Mesías pierde la suscripción judía. Es una forma cristiana de judaísmo y una forma judía de cristianismo.

El Judaísmo Mesiánico me recuerda un periodo histórico de nuestra iglesia, el periodo donde nuestros hermanos buscando ser realmente fieles a las raíces de la fe, cayeron en un filojudaísmo tal,  que anhelaban ser más judíos para poder ser más cristianos, esta paradoja revive hoy en México con este movimiento.

El mundialmente reconocido teólogo alemán Wolfhart Pannenberg en sus comentarios sobre Dabru Emet (en hebreo, “hablar la verdad”, un documento judío que contiene ocho tesis en cuanto a su relación con los cristianos), apunta, “Los judíos mesiánicos intentan mantenerse judíos profesando a su vez que Jesús es el Mesías”.

El problema no es que exista un movimiento mesiánico, el problema es que en vez de cumplir principalmente una misión cristiana hacia el judaísmo en sí, lo cual sería una bendición (los judíos necesitan a Cristo), se torne sectario y sutilmente divisorio entre las iglesias cristianas, en especial con aquellas como la nuestra que valoran las enseñanzas del Antiguo Testamento, como si nosotros viviéramos en el error, sin Yeshua (Cristo) y sin la Torah (instrucción y enseñanza).

Sus métodos evangelísticos no son realmente evangelísticos sino sectarios y agresivos, aflorando “un orgullo étnico cultural israelita”, haciendo con esto sentir un aire de superioridad sobre los pobres goyim (gentiles), “inferiores” que viven muy lejos de la voluntad de Dios, como si Dios no se hubiera manifestado en la iglesia cristiana a través de la historia, o como si esta no hubiera sido factor y apoyo incluso en la propia evolución y desarrollo del Judaísmo Mesiánico.

Por otro lado, el problema tampoco se centra en el Judaísmo Mesiánico como tal, sino en la reacción que tengamos como iglesia ante este movimiento sectario, su poder se lo damos nosotros mismos los que le damos entrada y admiración, habría que pensar qué intenciones hay de fondo en aquel judío mesiánico que se acerca a una de nuestras congregaciones “con la buena intención de conocer y dialogar”, ¿será? O de aquel hermano, sea pastor o congregante, que coquetea con credos mesiánicos que ni el mismo realmente entiende y luego los quiere imponer en su propia congregación, consiguiendo solo confundir y lo que es peor, dividir a su iglesia, uno de los pecados más graves que podamos cometer en la vida.

Mi pantalla radar se llena de ruido, es decir, de ecos parásitos que la invaden, al ver titilando alarmas de todo tipo de ecos que provienen de esta secta, ¡cuidado! no vaya a ser que esto me provoque una colisión entre ellos y muchas almas se pierdan por mi irresponsabilidad, mejor vamos a separarlos y llevarlos a su destino, a su aeropuerto, un destino que no es el de nuestra Iglesia.

Hasta la próxima, el Servicio Radar es Terminado

min. Ausencio Arrollo