COMO PREPARAR Y
DIRIGIR ESTUDIOS BIBLICOS
TEMA I - ¿POR QUÉ ESTUDIAR EN GRUPO?
¿Por qué hay que molestarse en
estudiar la Biblia con otras personas? ¿No es mucho más fácil estudiar la
Biblia en tu propia habitación disponiendo de rica información en las
innumerables enciclopedias bíblicas, diccionarios, versiones y colecciones de
sermones? Este tipo de estudio personal es importantísimo y debería hacerlo
cada cristiano. No obstante, aunque la mayoría de la gente está de acuerdo en
el valor de esta clase de estudio personal, relativamente sólo unos cuantos son
capaces de disciplinarse para someterse a un programa regular de estudio. Y
esta falta de disciplina es la que nos hace ver la primera ventaja del estudio
bíblico en grupo.
Ventajas del estudio en grupo:
1. Le
ayuda a uno a establecer un patrón regular de estudio.
2. Al
estudiar con un grupo, uno se siente capacitado para evaluar su propia
comprensión del texto. Evita el leer entre líneas, pues los miembros se evalúan
unos a otros tomando como base el pasaje.
3. Cada
miembro del grupo contribuye con sus propias experiencias en la vida (con o sin
Cristo) y con sus ideas. Con esto y con la ayuda del estudio bíblico, el pasaje
será de mayor impacto para él.
4. La
consideración conjunta de la aplicación de la verdad bíblica, proveerá a cada
individuo con áreas adicionales en que la verdad de las Escrituras debe afectar
su vida diaria. Una persona puede ver cómo un pasaje que exhorta a cuidar de
los otros cristianos, se aplica en sus relaciones con su compañero de pensión;
otro podrá ver su impacto en su propia familia; e incluso compartirá cómo se
aplica en su relación con su jefe.
5. A
causa de la interacción de diferentes individuos en un estudio bíblico, los
participantes tienen un ambiente muy natural en el que aprenden a conocerse
unos a otros y a cultivar una relación honesta y abierta con los demás. Esto
produce estímulo para la oración y muchas oportunidades para ayudar a otros,
cuando uno se da cuenta de las necesidades que, ordinariamente, no se comunicarían.
6. Un
estudio bíblico da a los individuos la oportunidad de aprender a hablar con
toda naturalidad y libertad de su propia comprensión de lo que las Escrituras
dicen. Los que participan llegan a acostumbrarse a hablar de su relación con
Dios, de tal manera que en otras situaciones compartirán espontáneamente con
otros, lo que Dios significa para ellos.
7. Después
de asistir y participar en estudios bíblicos inductivos por algún tiempo, la
persona comienza por su cuenta a investigar las Escrituras para ver qué es lo
que dicen, antes de extraer precipitadas conclusiones o hacer aplicaciones
prematuras. Este hábito patrón, permanecerá a través de la vida y puede ser uno
de los más valiosos productos de tal experiencia de grupo.
TEMA II -
REGLAS BÁSICAS
Cualquier actividad de grupo
-juego de baloncesto, seminario universitario, o un estudio bíblico informal-
será mucho más beneficioso si todos los participantes se ponen de acuerdo en
cuanto a reglas que generalmente puestas en orden de importancia, pueden
diferenciar un estudio que llega a ser cada vez más útil y popular, de uno que
rápida o gradualmente, muere.
La Biblia es nuestro libro de texto:
El grupo no es una reunión para
compartir opiniones basadas en presuposiciones teológicas previamente
desarrolladas; tampoco la opinión de un pastor o autor favorito, ni siquiera la
opinión de un respetable comentario. El objetivo del grupo es descubrir lo que
dice la Biblia.
¿Qué dice este pasaje?
El propósito del estudio no es
tener a los miembros del grupo con la mejor preparación para que compartan su
conocimiento acumulado de lo que la Biblia entera dice de las ideas en el
texto. El objetivo, repetimos, es descubrir lo que el pasaje bajo consideración
dice, basados en su contexto inmediato y en una clara comprensión de sus
palabras, oraciones y párrafos.
Esta regla tiene el beneficio
adicional de permitir que el recién llegado o una persona sin preparación
bíblica, participe abiertamente si puede leer español y tiene delante de sí una
Biblia en español. Muchos estudiantes extranjeros de religiones no cristianas,
que nunca habían abierto una Biblia antes, pueden hacer valiosas contribuciones
en el primer estudio bíblico que asisten.
Deja las obras de referencia en casa:
Aunque los comentarios bíblicos
son de gran importancia en el estudio personal y en la preparación de ambos,
líder y miembros, no tienen ningún lugar en el estudio bíblico. Si un miembro
lleva un comentario tiende a ser la autoridad final, más bien que la bíblica.
Las lecturas cortas de un manual bíblico o una obra similar pueden ser útiles
en proveer material introductorio para el libro bíblico que se estudia. Sin
embargo, aún en este caso, debe de tenerse cuidado, ya que el grupo puede
descubrir mucho por su propio examen del libro, incluso la misma base en la que
los autores de los manuales se apoyan más fuertemente.
Alienta la pertenencia al grupo:
Los grupos de estudio bíblico
más sanos son aquellos en los que todos los participantes consideran como suyo
el estudio. Es mucho mejor para los participantes invitar a otros en la base de
"Ven a nuestro estudio", que "Ven al estudio de Pepe,
conmigo". Cuando los miembros tienen un sentido vital de
"posesión" del grupo:
Sus
contribuciones son más responsables.
La
preparación es usualmente más completa.
Las
invitaciones a otros son más conscientes.
El
respaldo por la oración -si son cristianos- es más consistente.
Mantén el grupo pequeño:
Un grupo de estudio bíblico
ideal incluye de seis a ocho miembros. Si el grupo experimenta crecimiento,
suele ocurrir con un grupo bien dirigido, probablemente deberá dividirse cuando
el número se acerque a los doce.
Dos grupos de seis tendrán
posiblemente discusiones más significativas y vigorosas que un grupo de doce.
Se necesita tratar con mucha cautela la manera en que el grupo debe dividirse.
Se necesita preparar los líderes con anticipación; y cuando exista una fuerte
unidad del grupo, la época de tal división debe tratarse con sumo cuidado.
Algunos grupos evitan el trauma de una división completa, al reunirse juntos en
una asamblea y luego se separan en diferentes partes de la habitación o
habitaciones adyacentes para la discusión. Otros grupos que se han subdividido,
se las arreglan para celebrar un estudio conjunto ocasionalmente en el que
comparten lo que Dios les ha estado diciendo.
TEMA III - CÓMO FORMAR EL GRUPO
¿A quiénes invitar? ¿Por qué invitarlos? ¿A qué los vas a invitar?
Un grupo de estudio bíblico
puede componerse de individuos muy diversos cuyo único interés común es
descubrir lo que dice la Biblia. La membresía puede incluir gente con o sin
formación cristiana. Cuando el líder demuestra cortesía y aceptación,
cualquiera puede sentirse cómodo sin mucha dificultad. Un líder sensible
procurará ayudar a los miembros. La variedad no sólo es el sabor de la vida,
sino que también puede prestárselo a un estudio bíblico.
Ten un objetivo específico:
A menudo el mejor comienzo lo
constituyen invitaciones a estudiar un objetivo específico en cuanto a cinco
reuniones. Un libro corto del Nuevo Testamento como Santiago o Colosenses, o
una sección corta de uno de los Evangelios suelen ser buenos también. La
mayoría de la gente que no está familiarizada con el estudio de la Biblia
responde más favorablemente a un tema que describe el contenido, más bien que
al título de un libro de la Biblia.
Usa las oportunidades diarias:
El momento preciso de sugerir un
estudio bíblico es corrientemente en medio de una discusión religiosa que puede
surgir alrededor de una taza de café en el hogar o en la Facultad. Una simple
reunión para descubrir lo que la Biblia dice sobre el tema que ha estado bajo
discusión, puede ser a menudo el estudio inicial de una serie, aunque el grupo
intente reunirse solamente una vez. Una pregunta de este tipo: "¿Os
gustaría que hiciéramos esto otra vez?" provocará generalmente una
respuesta positiva y será el comienzo de una serie efectiva de estudios.
Recuerda que Dios está continuamente "dando" a los hombres a su Hijo
(Juan 17:2) y pídele a Dios que te dirija a aquellos en cuyas vidas está o
estará obrando. Confía en que él hará esto. El te guiará de la mejor manera en
que podrás ser usado.
La Biblia también enseña que
debes de ser fiel en dar el Evangelio a todos, que fluya de una vida poseída y
controlada por su Espíritu. Confiando en que El te va a guiar precisamente a
los que le necesitan (ya sea que lo sepas o no) debes de invitar a cualquiera
con quien tengas un contacto natural, a estudiar la Biblia contigo.
Sugerencias para iniciar un estudio:
1. Manténte
alerta para localizar a la gente que demuestre interés. Ocasionalmente en un estudio
bíblico comenzará como resultado de conversaciones personales con un amigo,
cristiano o no, que esté interesado en conocer a Dios.
2. Recuerda
que un estudio necesita sólo de dos personas y que puedes comenzar si dos o
diez están interesados.
3. Al
invitar a las personas, recuerda que una persona aparentemente desinteresada
puede estar tan deseosa de llegar al conocimiento de Dios como otra que parezca
vitalmente interesada.
4. Pide
la dirección de Dios para saber a quiénes invitar. Si planificas un estudio
para no creyentes, la presencia de más de una pareja de cristianos puede
desvirtuar tu propósito por presionar a los no creyentes en minoría y
cohibidos.
También
en un estudio bíblico para cristianos, la presencia de alguien que abiertamente
se oponga al Evangelio, puede restringir la comunicación y frustrar la obra del
Espíritu en el inconverso también (Mateo 7:6). Se necesita gran sabiduría en
estos asuntos, pero está disponible para todos aquellos que la pidan (Mateo
7:11).
5. Establece
un lugar y una hora definida para reunirse cada semana. Algunos grupos han
encontrado más beneficioso el reunirse más frecuentemente.
6. Manténte
dentro de una duración determinada. Un estudio puede durar quince minutos o
media hora, pero en contadas ocasiones, más de una hora.
7. Reúnete regularmente con otros cristianos
interesados para orar por el estudio. Orad para que el grupo pueda estudiar la
Biblia de tal manera, que los "cristianos" crezcan en el conocimiento
de Dios y que los que no conocen a Jesucristo lleguen a su conocimiento.
TEMA IV - CÓMO
SELECCIONAR EL PASAJE
Para la primera reunión de un
grupo que espera estudiar un pasaje en la Biblia, el líder debe de escogerlo y
llegar preparado para dirigirlo de tal manera, que el grupo tenga una
experiencia beneficiosa inmediatamente. Haz el estudio más corto que de
costumbre, para proveer suficiente tiempo para que la gente se familiarice y
den sugerencias para subsiguientes temas de estudio.
Si el líder le pregunta al grupo
qué libro de la Biblia les gustaría estudiar, generalmente las respuestas
variarán del Génesis al Apocalipsis, con preferencia en los libros de la Biblia
que son más difíciles para el individuo que hace la sugerencia. Se necesita
tacto de parte del líder en sugerir pasajes constructivos y tener los libros disponibles.
Si se usa una guía, el líder deberá haber "digerido" el contenido de
uno o varios de los que recomienda para poder comunicar el valor de cada uno.
En la mayoría de los casos, el grupo aceptará sin vacilaciones la sugerencia
del líder.
Los no cristianos, están
interesados en discutir una variedad de temas. Aprovéchate de esta constelación
de intereses, discutiendo un pasaje de la Biblia que se relacione con el tema.
A continuación algunos ejemplos de temas y pasajes. Esta lista no es
exhaustiva, tampoco los pasajes citados son los únicos que tratan sobre el
tema. Una concordancia puede ser muy útil.
¿Cómo es Dios?: Salmo 139:1-6
¿Qué es el pecado?: Romanos 1:18-32
¿Qué es la vida cristiana?: Colosenses 2:6-7; Mateo 5-7; Romanos 12;
Filipenses 2:1-16; Efesios 6: 1-20.
¿Qué ha hecho Dios por el hombre?: Hebreos 7:23-27; Isaías 53; Efesios 2:8-18;
Colosenses 1:15-23; Filipenses 2:5-11.
¿Cuáles eran las aspiraciones de Jesús?: Juan 6:35-40; Juan 10:31-39; Juan 14:1-11;
Colosenses 1:15-23; Filipenses 2:5-11.
¿Quién era Jesucristo?: Hebreos 1:1-4; Colosenses 1:15-23; Filipenses
2:5-11.
¿Cómo era Jesucristo? (como Dios): Marcos 1:21-28; Marcos 2:1-12; Marcos
4:35-41.
¿Cómo era Jesucristo? (como hombre): Mateo 4:1-11; Juan 4:1-30; Juan 13:1-20.
¿Cuáles son las características de un
cristiano?: Gálatas 5:16-24; Mateo
5:44-48.
¿Qué es lo que Dios desea para el
matrimonio cristiano?: Efesios
5:21-33; 1ª.Corintios 7:1-7.
¿Qué es la mayordomía
cristiana?
1. En cuanto al dinero: Mateo 6:2-4; Lucas 21:1-4; 1º Crónicas
29:6-17.
2. En cuanto a nuestro conocimiento del Evangelio: Lucas 12:42-48;
1ªCorintios 4:1-2; Tito 1:7-9; 1ª Pedro 4:10-11.
3. En cuanto al tiempo y a las habilidades: Mateo 20:1:16; Lucas
19:12-27; Mateo 25:14-30; Juan 9:4; Salmo 90:12; Proverbios 6:6-11; Lucas
12:35-40.
¿Qué espera Jesucristo de los hombres?: Marcos 8:34-38; Lucas 9:57-62.
¿Cuál es el objetivo del cristiano?:
Hechos 1:6-11; Filipenses 3:10,20-21.
Estudio de un personaje:
Observa la
vida de alguna persona en las Escrituras. Abraham o Pedro, por ejemplo, serían
personajes importantes para estudiar. La persona de Jesucristo es, por
supuesto, la más importante de todas y puede estudiarse de diferentes maneras.
Puedes observar a Cristo como una persona ordinaria o como Dios mismo. Puedes
estudiarle al enfrentarse con otras personas, cuando ora, o cuando revela su
carácter.
Estudios sobre libros:
1ª Juan: Compañerismo cristiano. Qué es
un cristiano.
Santiago: Cristianismo práctico.
Romanos: Doctrina de la justificación por la fe.
Juan: Jesús
como el Hijo de Dios.
Marcos: Jesús
como un hombre.
TEMA V - CÓMO
ESTUDIAR EL PASAJE
Un
liderato, para que sea efectivo, necesita una preparación cuidadosa porque de
la manera que tú respondas al pasaje, así lo hará el grupo entero. Con
mucha oración considera el tiempo del que debes disponer para la preparación.
Luego, decide cuánto tiempo debes pasar de:
1.- Oración
2.- Estudio
3.- Preparación para
dirigirlo.
Deja
aproximadamente un tercio del tiempo para el estudio detenido; un tercio de
ferviente oración por una aplicación específica del pasaje a tu vida y a la de
los miembros del grupo; y un tercio para la preparación de la discusión (ver
tema VI).
Quizás
descubras que tus ideas más profundas sobre el significado del pasaje y su
aplicación a la vida, vienen no al estudiar, sino al orar. El tiempo que se
pasa preparando la discusión no es tiempo perdido en mecánica. Si tus preguntas
a discutir están bien preparadas y bien ordenadas, las ideas personales pueden
multiplicarse muchas veces por las contribuciones de los miembros del grupo.
Así que, distribuye tu tiempo con cuidado y esfuérzate para mantener el
equilibrio.
Ora:
Querrás
buscar la dirección divina antes de comenzar el tiempo de estudio. Ora por un
espíritu de quietud y receptividad delante de Dios, que el Espíritu Santo te
guíe a la verdad a través de este estudio, y que no te encuentres detenido por
muchas "verdades" o muchos detalles y no puedas apreciar las cosas
más importantes con claridad.
Quizás
desees usar porciones del Salmo 19 o 119 para guiar tu oración.
Durante
tu estudio personal, puedes descubrir que la oración espontáneamente se mezcla
con tus reflexiones en el pasaje. Pero alguna vez durante la preparación,
quizás cuando el propósito y los puntos principales estén claros (o cuando te
sientas frustrado porque no lo estén) querrás separar un tiempo adecuado para
orar específicamente por algo.
Estudia: observa (¿Qué es lo que
dice?)
El
propósito de cualquier estudio bíblico es impulsar obediencia a Dios. El primer
paso, por lo tanto, es descubrir lo que Dios ha dicho. Tus opiniones, ideas, o
pensamientos sentimentales sugeridos vagamente por un versículo fuera del
contexto, no tienen importancia. Descubre lo que los libros de la Biblia
enseñan. Querrás tener relevancia, por supuesto. Pero enfrascarse en una
acalorada consideración de una aplicación antes de que tú y el grupo hayan
claramente comprendido un pasaje, es como correr a la portería antes de que te
pasen el balón en un juego de fútbol -llegas a la portería sin aliento y
excitado, pero no pudiste marcar el gol.
Hay tiempo para una
aplicación rápida. El salmista sugiere el tiempo:
"Por el camino de tus
mandamientos correré,
cuando ensanches mi
corazón" Salmo 119:32
Si
corres antes de haber comprendido el mensaje, puedes estar corriendo en los
senderos de tus prejuicios más bien que en el camino de Cristo. Observa con
mucho cuidado lo que dice la Palabra de Dios:
1. Lee rápidamente el pasaje. Mantén tu atención
a los posibles temas principales que sirvan para unir el material.
2. Fíjate en el contexto en que el pasaje
ocurre, una versión diferente, si es posible. Fíjate en las diferencias más
significativas.
3. Relee con mucho cuidado, por lo menos, una
versión diferente, si es posible. Fíjate en las diferencias más significativas.
4. Penetra en el pasaje con cuidado, no tanto
dónde ocurren las principales divisiones de pensamiento. (Recuerda que las
divisiones en versículos y capítulos son una ayuda. No te sientas atado por las
divisiones del editor de tu Biblia) Observa el plan general o desarrollo del
argumento.
5. Evalúa tu observación haciéndote estas
preguntas básicas:
a. ¿Quiénes son los personajes?
1. ¿Qué
referencias se hacen a las personas de la Trinidad?
-
Títulos y nombre.
-
Verbos que revelen el carácter de Dios.
-
Adjetivos y frases descriptivas.
2. ¿Es
importante para esta porción el carácter y la personalidad del autor? ¿Qué
aprendemos de él?
3. ¿Se
mencionan seres sobrenaturales? ¿Cómo se describen?
4. ¿Quiénes
son los personajes humanos más importantes?
-
Verbos, frases y adjetivos que los describen.
-
Posible significado de sus nombres.
b. ¿Qué es lo que ocurre?
1. Los verbos son la clave de la acción del pasaje. Hazte una lista.
¿Hay repetición o un orden especial que sean significativos?
2. ¿Qué mandamientos se dan? ¿Por quién? ¿A quiénes?
3. ¿Qué promesas se dan? ¿Por quién? ¿A quiénes?
4. ¿Qué condiciones están -en el texto o en contexto- presentes?
5. ¿Qué costumbres locales se mencionan?
c. ¿Dónde ocurren los hechos?
1. ¿Puedes localizarlos en un mapa?
2. ¿Cuántos Km. hay de un lugar a otro?
3. ¿Cuánto tiempo habría llevado viajar de un lugar a otro en los
tiempos bíblicos?
4. ¿Son los lugares famosos, u otros sucesos que ocurrieron allí?
Cuando los lugares sean importantes y tengas tiempo, usa un atlas bíblico.
d. ¿Cuándo ocurren los hechos?
1. ¿Cuánto tiempo transcurre entre los hechos?
2. ¿Podemos descubrir algo de la mención de gobernadores, edad de los
personajes, intervalos de tiempo, genealogías, etc.? Si comprendemos bien las
diferencias culturales pueden ayudarnos a comprender estas observaciones sobre
la época.
3. ¿Se da alguna pista sobre el fondo histórico, la situación
nacional, etc.?
4. ¿Tiene importancia la estación del año?
5. ¿Qué otros datos de tiempo tienen relevancia? Por ejemplo, el
intervalo de tiempo desde una crisis espiritual de un individuo.
e. ¿Por qué ocurren?
Frecuentemente
esta pregunta lleva a la interpretación, pero por ahora observamos con cuidado
cualquier razón que se sugiera en el texto.
1. ¿Quién ofrece una explicación.
2. ¿Cuáles son los efectos?
f. ¿Cómo ocurren los acontecimientos?
1. ¿Se describe algún proceso? ¿Cuáles son las etapas?
2. ¿Cuáles son los efectos?
6. Construye un esquema y/o un cuadro dando un
título o una oración que resuma la unidad del pasaje. Trata de
"descubrir" la estructura del mismo.
a. Conjunciones conectivas entre pensamientos; nota el uso de
palabras como: y, pero, porque, por lo tanto, sin embargo, etc.
b. Contrastes en ideas, frases, o personas -ya sean enfatizadas o
implicadas.
7. En una afirmación breve y simple escribe lo
que te parece ser el propósito principal o lección del autor. ¿Debe este
propósito ser el de tu estudio? La afirmación puede sonar común y trivial, pero
¿Es común sólo en teoría? ¿Lo es en la práctica? ¿Te das cuenta completamente
de la profundidad e implicaciones de la verdad en el texto? Ten cuidado de no
poner énfasis en los puntos menos trascendentes "y dejar lo más importante
de la ley: la justicia, la misericordia y la fe" (Mateo 23:23)
8. En este proceso de observación, cuando tratas
de tener los hechos exactos, lo decisivo es la selectividad. Nunca
podrás saber con certeza qué hechos pueden convertirse en importantes. Pero
generalmente no tendrás tiempo para descubrir todos los hechos de un pasaje.
Pídele a Dios que te guíe en la selección de las preguntas que sean más
trascendentales.
Estudia: interpreta (¿Qué quiere
decir?)
Después
de una observación completa, la segunda etapa del estudio viene naturalmente y
sin peligro de superficialidad. El propósito de interpretar es descubrir el
significado del pasaje para los que fue escrito y revivir la situación.
La
interpretación puede estructurarse en tres fases:
1. Definiciones
a. Significado de términos, frases y oraciones.
b. Sus equivalentes modernos.
c. Términos sorprendentes.
d. Figuras retóricas, metáfora, símil, juego de palabras, hipérbole.
Usa un diccionario.
2. Relaciones
a. ¿Por qué se dice esta frase, palabra o idea?
b. ¿Por qué el autor lo dijo así?
c. ¿Cómo se relaciona esta idea con los otros pensamientos
presentados en el pasaje?
3. Implicaciones
Después
de descubrir el significado y la estructura de un pasaje, estás listo para
considerar sus implicaciones.
a. Maneja las dificultades con sabiduría. El Dr. Oswald Smith, ha
dicho:
"Cuando llegues a un problema en el
estudio bíblico, trátalo como tratarías una espina al comer un pescado. Se saca
y se sigue con el pescado. Después que hayas terminado el pescado, vuelve y
junta las espinas."
b. Ten cuidado de no alegorizar. Especialmente el Antiguo Testamento,
las narraciones a menudo proveen fácil adaptación a una persona imaginativa que
esté buscando ilustraciones para sus doctrinas favoritas. Ten cuidado de lo que
haces con las implicaciones del pasaje. No dejes que el gusto de ilustrar
verdades familiares te impida descubrir la verdad fresca. Cada pasaje tiene su
aprovechamiento particular. (2ª Timoteo
3:16)
Aplica: (¿Qué quiere decir para
mí?
1. Suplica la enseñanza al Espíritu Santo.
Cuando lees y piensas en la Biblia, ábrete al Espíritu Santo. Sé receptivo a su
enseñanza. Cultiva una predisposición a escuchar. El Señor señaló la fuente
divina de revelación:
"No
te lo reveló carne ni sangre, sino mi Padre
que
está en los cielos" (Mateo 16:17)
1ª
Corintios 2:1-16 es claro en cuanto a que las profundas verdades de Dios no
vienen por lo que ves, escuchas o imaginas. El Espíritu de Dios es el que te
las comunica. Pídele a Dios una y otra vez, obrar en ti todo lo que El desea en
una vida humana. Entonces puedes pedirle que lo haga en la vida de los otros
miembros del grupo.
2. Aplica la enseñanza principal a tu vida. La
Biblia es el criterio de la verdad. Lo que uno piensa, cree, confía, ama, odia
y hace, debe ser guiado y controlado por las enseñanzas de este libro. Si ya
conoces la enseñanza de cada pasaje, sabrás entonces lo que la Biblia enseña
para cualquier persona bajo circunstancias similares y podrás guiar al grupo
adecuadamente a pesar de que sus intereses sean diferentes a los tuyos.
Antes de abandonar un pasaje,
debes preguntarte:
a. ¿Qué es ya parte de mi forma de pensar?
b. ¿Qué es nuevo para mí?
c. ¿Qué requiere un cambio de pensamiento? ¿Cómo puedo hacer ese
cambio?
d. ¿Qué es ya parte de mi acción?
e. ¿Qué puede aplicarse inmediatamente a mi conducta?
f. ¿Es incorrecto lo que estoy haciendo?
g. ¿Qué acción debo tomar inmediatamente?
h. ¿Qué necesitaré en el futuro y en cuáles circunstancias? Guarda la
referencia y la enseñanza en tu mente para el futuro:
"En mi corazón he guardado tus dichos
para no pecar contra ti" (Salmo 119:11)
Cuando
sabes lo que hay en la Biblia, el Espíritu Santo, que es quien escribió la
Biblia, puede decirte cualquier cosa que quiera en cualquier época o lugar.
Cuando
exista algún punto que tenga mucho significado en tu vida, trátalo con cuidado
y ponle mucha atención. Ora por ello y haz planes definidos para la acción que
se necesita. Aplica tu voluntad.
"Pero
sed hacedores de la palabra y no tan solamente oidores,
engañándoos
a vosotros mismos" (Santiago 1:22)
Los
cristianos que escogen vivir en sus propios caminos a pesar de que conocen la
voluntad de Dios, viven en lucha y derrota y son de "doble ánimo e
inconstantes en todos sus caminos". Su conocimiento bíblico, por completo
que sea, no les sirve de nada. Sin embargo, el estudio bíblico alcanza su pleno
significado, en la vida de aquellos que practican las cosas que aprenden.
3. Haz aplicaciones concretas meditando en las
situaciones y relaciones muy concretas de la vida:
a. Actitudes y obediencia a Dios.
b. Actitudes hacia uno mismo.
c. Situaciones y relaciones en la vida familiar.
d. Trabajo diario, asociados, empleados, subordinados.
e. Enseñanza, prácticas y relaciones en el hogar, en la iglesia y en
otras iglesias.
f. Papel como ciudadano en una nación: cuestiones nacionales,
políticas, sociológicas y económicas.
g. Relaciones con otras naciones: política exterior y práctica, obra
misionera, estudiantes extranjeros y recién llegados.
Si
Jesucristo es "Señor de todo" ningún área queda exenta de la aplicación
de su Palabra. Tu tarea como discípulo es aplicar toda la Escritura a toda la
vida. (Mateo 28:18-20; 2ª
Timoteo 3:16)
TEMA VI. - COMO PREPARAR PREGUNTAS PARA EL
ESTUDIO.
Tener un objetivo:
Formula
preguntas específicas sobre relaciones concretas y situaciones en la vida:
¿Eres
consistente en obedecer este mandamiento en tus relaciones con tus padres,
hijos, esposa, compañeros de clase?
¿Qué
factores impiden tu obediencia?
¿Qué
podría hacerse?
¿Ha
tenido alguno una experiencia similar a este incidente, que nos ayude a ver las
cuestiones y situaciones concretamente?
Revisar:
Las
aplicaciones más útiles serán aquellas que han sido significativas en tu vida y
en el estudio preparatorio.
Verifica:
Verifica y revisa cada pregunta:
General:
a. ¿Es clara la pregunta?
b. ¿Es suficientemente corta como para que se entienda rápidamente?
Si es demasiado larga o compleja, divídela.
c. ¿Están bien ordenadas para que exista continuidad de pensamiento?
d. ¿Hay un buen equilibrio entre preguntas de observación,
interpretación y aplicación?
Realidad:
e. ¿Tiene una respuesta precisa?
f. ¿Lo hace a uno investigar en el texto?
g. ¿Dan las preguntas de observación bases sólidas para las de
interpretación y las de aplicación?
h. ¿Está de acuerdo con la capacidad de los miembros? ¿Muy difícil, o
demasiado fácil e insulta la inteligencia de los participantes?
Interpretación
o aplicación:
i. ¿Señala una verdad significativa?
j. ¿Tiene que ver con el propósito de este pasaje? ¿Y del estudio?
k. ¿Tendrá el grupo la formación para responderla?
l. Recuerda: Una pregunta es buena en tanto lo es la respuesta. Si
prevés dificultades ten preparadas otras preguntas.
m. Evalúa el estudio. El propósito del estudio debe coincidir con el
propósito principal del pasaje. ¿Coincide el propósito principal del pasaje con
la principal lección que quieres alcanzar con el estudio? ¿Colaboran las
preguntas a alcanzar el objetivo?
TEMA VII - COMO ESTUDIAR JUNTOS
No tengas
miedo. Tu trabajo es simplemente hacer las preguntas, suplir la información de
base necesaria y moderar la discusión. No tienes que tener todas las respuestas
a todas las preguntas.
Tampoco
quieras presumir de que tu preparación te pone a prueba de cualquier otra
lección que el Espíritu Santo quiera enseñar del pasaje. Tendrás que ser
humilde, abierto y agradecido de todo lo que los miembros contribuyan en
observación, interpretación y aplicación.
Empezar a tiempo:
Comienza
el estudio a la hora anunciada. Planea los primeros minutos para que sean
interesantes y beneficiosos para los que estén a la hora pero que no sean
cruciales y después se pierdan los que llegan tarde.
Presentarse:
Asegúrate
de que cada uno conoce a los otros. Sentaos en círculo para que todos se vean
simultáneamente. Como líder, llama a las personas por su nombre.
Orar:
Cuando
las circunstancias lo aconsejen empieza con una oración. En muchas ocasiones
será mejor si el estudio concluye con oraciones cortas.
Leer:
Lee el
pasaje para que todos se familiaricen con él. Considera varias maneras de leer
el pasaje. Parece razonable leer por párrafos largos. La práctica usual de cada
persona lea un versículo rompe la continuidad y lleva a la distracción, así que
normalmente, evita esa tradición.
a. Que cada persona lea el pasaje una o dos veces en silencio notando
casas que sugieras. Ejemplo: En Marcos 4 - "notad las características
comunes de las parábolas"
b. Que una persona lea en voz alta de una versión diferente.
c. Después de leer, que alguien reviva el incidente. Puede decir la
historia como si hubiese estado allí, o dramatizar los diálogos, etc.
d. Que cada uno lea el pasaje individualmente y luego pídele a cada
uno que haga una observación. No hagas necesariamente un esfuerzo por
coordinarlos o por comentarlos. Pide más bien, contribuciones positivas que
problemas que se deriven del pasaje.
Vigila el tiempo:
Vigila el
tiempo, pero no mires el reloj mientras otros están hablando. Pasa a la
pregunta siguiente tan pronto como se haya alcanzado un entendimiento constructivo.
Intenta cubrir todo el material aunque el pasaje no se trate exhaustivamente.
Ser creativo:
Haz las
preguntas y dirige la discusión clara y creativamente.
a. Hacer que el grupo trabaje. El uso de papel y lápiz a menudo
ayuda. En lo posible no respondas tus propias preguntas. Ningún daño
mayor se le puede hacer a los miembros que privarlos del derecho de descubrir
por sí mismos.
b. Si un miembro no puede responder una pregunta de observación,
repítela o hazla más clara, pero nunca le dejes con la sensación de que es
incapaz. Como esta clase de preguntas son las primeras, hay que tener cuidado
de que no pongan en situación embarazosa a ningún miembro.
c. Respeta la importancia de cada individuo y de sus ideas. Al final
de la discusión, cada persona recordará lo que él mismo ha pensado y expresado,
por lo tanto, asegúrate de que todos tomen parte. También deja que el liderato
del estudio sea "rotativo" entre los miembros cristianos.
d. Cuando hagas una pregunta de pensar, deja un cierto tiempo para
que lo hagan. Haz la pregunta, deja una pausa y luego dirígete a alguien en
particular.
e. Anima la discusión para que cada uno exprese sus ideas. Sin
embargo, no interrumpas cuando veas que es constructiva.
f. Acentúa lo que hay de positivo en las respuestas. Los líderes
necesitan tener presente la cortesía cristiana que estimulará la interacción
del grupo. A nadie se le debe decir descortésmente que su respuesta es
incorrecta. ¡ABSOLUTAMENTE NUNCA!
Tampoco debe el líder volverse a otra persona para la respuesta. Se
pueden hacer diversos comentarios como:
1. "Realmente,
esa es una posición muy común hoy en día. ¿Tiene base en este texto?"
2. "Eso
es algo interesante. Me imagino que habrá distintas opiniones en el grupo. ¿Le
importaría a alguno más expresar sus ideas al respecto?
3. "¿Estás bien seguro que ese es el sentido que se le da en el
texto, o más bien dirías que es uno de los posibles puntos de vista?"
Resumir:
Resume
bien antes de concluir el estudio. Enumera una serie de puntos que dejen bien claro
el propósito. Si se le pide a un participante que haga un resumen, se fortalece
el sentido de unidad del grupo y el líder puede fácilmente enfatizar la
aplicación.
Si
seguirá otro estudio, anuncia el pasaje, el lugar y la hora antes de terminar.
Saluda a los que llegaron después de comenzar el estudio.
Algunos
puntos se aclaran con el estudio, otros no. Será conveniente dejarlos de lado
con honestidad como "problemas sin solución". Ningún cristiano que
tenga una actitud de oración debe temer enfrentarse a tales problemas. Dios
puede iluminarnos, pero no está obligado a dar satisfacción a una curiosidad
ociosa. Ten presente Deuteronomio 29:29:
"...las cosas secretas pertenecen a
Jehová nuestro Dios,
más las reveladas son para nosotros y para
nuestros hijos para siempre,
para que cumplamos todas las palabras de esta
ley..."
Marco Tulio Cajas,
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