En el ministerio de la música, los líderes deben mantener muchos aspectos en mente al mismo tiempo. A continuación encontrará una lista de control que lo ayudará a tener en perspectiva todos los elementos que fomentan la adoración y alabanza colectiva.
Texto Bíblico: Apocalipsis 19; Salmo 150
En el ministerio de la música, los líderes deben mantener muchos aspectos en mente al mismo tiempo: sensibilidad espiritual, preparación personal, atención a la dinámica del grupo, selección de cánticos adecuados y un acompañamiento intenso de parte de la congregación.
He aquí la lista de verificación que utilizo para la alabanza en nuestra congregación:
1.
¿Tienen significado las canciones? Todo líder de adoración debe ser gentil e involucrar a los demás al igual que un educador. Cuando ocasionalmente introduzco una canción y describo brevemente su historia o le doy una perspectiva nueva al tema, la alabanza se hace más significativa para la congregación.
2.
¿Soy entusiasta? Quiero hacer que las personas sepan que la alabanza es agradable. La emoción es contagiosa.
3.
¿Estoy apelando a una variedad de gustos? Trato de variar mi elección de la música. Debido a que los adoradores hablan diferentes lenguajes musicales, les damos a las personas una variedad de formas para expresar su adoración. Evitamos un enfoque que sea sólo tradicional o contemporáneo. Las canciones de alabanza simples y espontáneas pueden encontrar un contrapunto poderoso en la fuerza y temple de los himnos.
4.
¿Salgo de la rutina? Quiero mantener la adoración fresca y viva. Uso el índice métrico para descubrir qué melodías familiares pueden ser utilizadas con un nuevo conjunto de palabras (o viceversa). Esa es una buena manera de introducir material nuevo y mantener la familiaridad de las personas que participan. De manera periódica le enseño a la congregación un coro que no se encuentra en el cancionero. Cantamos a capela o me siento al piano, hablo un poco acerca de la historia de la canción o enlazo el tema de la misma con el del sermón, y luego los guío a la canción. Otras veces utilizo algo visual o dramático para introducir una canción.
5.
¿Estoy explicando lo suficiente pero no demasiado? La esencia de todo arte es quedarse corto en la explicación. No quiero llamar la atención de la congregación sobre cada aspecto de nuestro programa; queremos que éste se vea como una unidad. De manera similar, no explicamos la importancia de cada canción, aun cuando la tenga. Dejamos que nuestra congregación descubra muchos de los matices de nuestra adoración.
6.
¿Estoy alerta a la energía emocional de la congregación? Continuamente monitoreo si logro crear esa zona confortable para todos, si capturo y transmito el carácter de la música, si canalizo la energía de nuestra congregación, llevando a toda la gente a una experiencia unida de adoración.
—HOWARD STEVENSON
Para comentar
1.
¿Cómo equilibro la necesidad de expandir el repertorio con la necesidad que tiene la congregación de cantar canciones que conoce?
2.
¿Cómo describiría usted el ambiente de los cultos de adoración? ¿Optimista? ¿Sombrío? ¿El ambiente creado es intencional?
3.
¿Cómo podría su iglesia capturar mejor el espíritu del Salmo 150?
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