El que quiera.... Será salvo.

"PORQUE TODO AQUEL QUE INVOCARE EL NOMBRE DEL SEÑOR SERA SALVO." (Rom. 10: 13)

"....Y EL QUE QUIERA TOME DEL AGUA DE LA VIDA GRATUITAMENTE." (Apoc. 22:17b)

Piensan los arminianos que Dios quiere comunicar al mundo que la persona que quiere salvarse, invocando el nombre del Señor será salvo. ¡Y nosotros estamos de acuerdo! Todo hombre que quiere salvarse se salvará. Pero esto no es el grano del argumento. El detalle es que ninguno puede buscar a Dios si bien Dios no crea en él el poder buscar a Dios. Escuchen como la Biblia habla del hombre:
(1). "Por cuanto la mente carnal es enemistad contra Dios; porque no se sujeta a la ley de Dios; ni tampoco puede; y los que viven según la carne pueden agradar a Dios." (Rom. 8;7,8)
(2) "Pero el hombre natural no percibe las cosas de Dios, porque para él son locura, y no las puede entender, porque se han de discernir espiritualmente." (1ª Cor. 2:14)
(3) "Y esta es la condenación: que la luz vino al mundo y los hombres amaron más las tinieblas que la luz, porque sus obras eran malas." (Jn. 3:19)
(4) "Vosotros sois de vuestro padre el diablo, y los deseos de vuestro padre queréis hacer..." (Jn. 8:44)
(5) "¿Mudará el etíope su piel, y el leopardo sus manchas? Así también, ¿podréis vosotros hacer bien, estando habituados a hacer mal?" (Jer. 13:23)
(6) "....e1 árbol malo no puede dar fruto bueno." (Mat. 7:18b)
¿Que otra cosa podemos entender de estos versículos? Sólo que el hombre no puede de sí venir a Cristo. Claro es que no existe en él ni el querer ni el hacer, ya que sólo es por la buena voluntad de Dios. (Vea Fil. 2:13). Dios va a salvar a todos los que le claman, pero los únicos que van a invocar su nombre son los elegidos.
"... ni al Padre conoce alguno, sino el Hijo, y aquel a quien el Hijo lo quiera revelar."(Mat. 11:27)
"Ninguno puede venir a mí, si el Padre que me envió no le trajere..." Jn. 6:44
"Todo lo que el Padre me da, vendrá a ni." (Jn. 6: 37)
"...Y el Señor abrió el corazón de ella para que estuviese atenta a lo que Pablo decía." (Hch. 16:14) EL NOMBRE DEL SEÑOR SERA SALVO." (Rom. 10: 13)
"....Y EL QUE QUIERA TOME DEL AGUA DE LA VIDA GRATUITAMENTE." (Apoc. 22:17b)

Piensan los arminianos que Dios quiere comunicar al mundo que la persona que quiere salvarse, invocando el nombre del Señor será salvo. ¡Y nosotros estamos de acuerdo! Todo hombre que quiere salvarse se salvará. Pero esto no es el grano del argumento. El detalle es que ninguno puede buscar a Dios si bien Dios no crea en él el poder buscar a Dios. Escuchen como la Biblia habla del hombre:
(1). "Por cuanto la mente carnal es enemistad contra Dios; porque no se sujeta a la ley de Dios; ni tampoco puede; y los que viven según la carne pueden agradar a Dios." (Rom. 8;7,8)
(2) "Pero el hombre natural no percibe las cosas de Dios, porque para él son locura, y no las puede entender, porque se han de discernir espiritualmente." (1ª Cor. 2:14)
(3) "Y esta es la condenación: que la luz vino al mundo y los hombres amaron más las tinieblas que la luz, porque sus obras eran malas." (Jn. 3:19)
(4) "Vosotros sois de vuestro padre el diablo, y los deseos de vuestro padre queréis hacer..." (Jn. 8:44)
(5) "¿Mudará el etíope su piel, y el leopardo sus manchas? Así también, ¿podréis vosotros hacer bien, estando habituados a hacer mal?" (Jer. 13:23)
(6) "....e1 árbol malo no puede dar fruto bueno." (Mat. 7:18b)
¿Que otra cosa podemos entender de estos versículos? Sólo que el hombre no puede de sí venir a Cristo. Claro es que no existe en él ni el querer ni el hacer, ya que sólo es por la buena voluntad de Dios. (Vea Fil. 2:13). Dios va a salvar a todos los que le claman, pero los únicos que van a invocar su nombre son los elegidos.
"... ni al Padre conoce alguno, sino el Hijo, y aquel a quien el Hijo lo quiera revelar."(Mat. 11:27)
"Ninguno puede venir a mí, si el Padre que me envió no le trajere..." Jn. 6:44
"Todo lo que el Padre me da, vendrá a ni." (Jn. 6: 37)
"...Y el Señor abrió el corazón de ella para que estuviese atenta a lo que Pablo decía." (Hch. 16:14)

Conclusión: Solo los elejidos responderán al llamado del Evangelio.