“Empero yo de muy buena gana despenderé[1] y seré despendido por vuestras almas, aunque amándoos más, sea amado menos" (II Corintios 12:15).
Para comprender el artículo es necesario leer Jeremias 26:1-5.
El objetivo de este artículo es que podamos comprender la perversidad de la naturaleza humana y la falta de apreciación de parte de individuos descuidados hacia los esfuerzos fieles de los verdaderos siervos de Dios en beneficio de los demás.
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La historia está repleta de casos comprobados de hombres y mujeres nobles a quienes jamás de les dio crédito alguno por sus obras mientras vivieron. Contamos entre estos a científicos, artistas, físicos, escritores, inventores, educadores, hombres de estado, etc. Muchos de ellos fueron compelidos a batallar contra la corriente de la opinión pública durante toda su vida, sin recibir reconocimiento por sus esfuerzos y penas experimentadas; no obstante, al transcurrir el tiempo, otros empezaron a ver el verdadero valor de estos hombres. Así sucedió también con los profetas y apóstoles del tiempo pasado.
Jeremias fue un profeta de intrépido valor, amaba a su patria y a sus hermanos, no era cosa sencilla para él, ver, como su pueblo caminaba hacia una destrucción inminente y sufría al ver la ceguera de ellos (tenía el carácter y amor de Cristo). Pero pese a ello, permaneció fiel a la tarea que Dios había depositado en él, advirtió a su pueblo de la ira que sobrevendría de seguro sobre ellos si continuaban desobedeciendo a su Dios.
En cierto momento de esta experiencia por la que pasaba, Jeremias estaba tan conmovido por las dificultades que encaraba, incluyendo las amenazas sobre su propia vida, que en cierto momento decidió ya no hablar más de lo que Dios le había asignado como misión (El mensaje profético, el mensaje del perdón, el mensaje de restauración). Sin embargo en su interior había una fuerza mucho más fuerte que una simple depresión, desánimo, pues la presión de sus responsabilidades era tan grande y la urgencia tan apremiante dentro de sí que se vio obligado a reasumir su ministerio. Hay razón para creer que está experiencia no pertenecía exclusivamente a Jeremías.
De los que no fueron muertos por la espada, sólo los mejores y de mayor talento fueron llevados en cautividad. Los que quedaron en la tierra, deseaban irse para Egipto para estar seguros. Jeremias trato de persuadirlos para que no viajasen allá, diciéndoles que no habría mejor lugar seguro que la tierra de Israel. No obstante, no le escucharon a pesar de sus vehementes protestas y le forzaron a acompañarlos a Egipto. Se cree que Jeremías murió allí. Se ha conjeturado una posibilidad más, la de que probablemente su propio pueblo lo apedreó quitándole la vida. De seguro, que desde un punto de vista humano, en realidad la tarea de Jeremias no fue comprendida.
A CONTINUACIÓN ALGUNAS REFERENCIAS PARA COMPRENDER A FONDO ESTE ARTÍCULO:
1. Considere el tema del mensaje dado a Jeremías para darlo a conocer, registrado en Jeremias 26:1-6, 12 y 13. Es de interés notar que este mensaje no fue para los Gentiles, incrédulos, sino para el propio pueblo de Dios. No debemos, sin embargo, pensar que tal mensaje no es de interés en nuestro tiempo. Romanos 3:23 y I Juan 1:6-10, nos provee un pertinente recuerdo.
2. A causa de las dificultades con que se enfrentó su ministerio, ¿Que desición momentánea hizo Jeremías? ¿Cual fué el resultado? Jeremias 20:7-9.
3. Habiéndose confirmado en su posición delante de Dios, y tomando nuevamente su oficio de Profeta. Jeremías halló fortaleza y ánimo. Note su respuesta aún ante la amenaza de muerte. Jeremias 26:8-15.
4. Las responsabilidades de los profetas del Antiguo Testamento con las de los predicadores del Nuevo Testamento son idénticas. Considere Ezequiel 33:7-16; I Corintios 9:16-23, 27; II Pedro 1:13.
5. Hubieron quienes odiaron a Pablo a causa de su predicación. ¿Porque, entonces, continuó con tanta firmeza? II Corintios 5:10 y primera parte del verso 11. Compare II Timoteo 2:8-12.
6. Mateo 23 nos da un ejemplo de cómo Jesús habló con franqueza en relación con la hipocresía religiosa. Por esto mismo fue odiado y crucificado. Muchos testigos fieles de Dios, sufrieron humillaciones, persecuciones, encarcelamiento y aún la muerte fue su destino. Algunos escaparon al trató más severo, pero todos soportaron algunas cosas a causa de su labor por el Maestro. Si pensamos únicamente en términos de relación humana, el trabajo de cualquier siervo fiel de Dios, es una tarea incomprensible para muchos.
CONCLUIMOS EN QUE DEBEMOS MIRAR ADELANTE Y MAS ALLÁ DEL MUNDO PRESENTE PARA PODER VER LAS COSAS EN SU PROPIA PERSPECTIVA. AL HACER ESTO, COMPRENDEREMOS QUE LA DECLARACIÓN HECHA EN HEBREOS 6:10 ES VERDADERA “PORQUE DIOS NO ES INJUSTO PARA OLVIDAR VUESTRA OBRA Y EL TRABAJO DE AMOR..."
NOTAS:
1. DESPENDER:
Definición
Verbo activo transitivo. Este vocablo es de uso obsoleto, se entiende por despender en derrochar, gastar, despilfarrar o malgastar el bien, hacienda, dinero o del patrimonio. Esta expresión se puede usar en sentido figurado.
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