Uno de los promotores más prolíficos de la teoría de los cuatro temperamentos, la
cual procede del ocultismo, es el Dr. Tim LaHaye. Hemos confrontado su obra,
así como la de muchos otros, en nuestro libro: Four Temperaments, Astrology &
Personality Testing (Los Cuatro Temperamentos, La Astrología & Los Tests De
Personalidad).
La teoría de los cuatro temperamentos es un sistema antiguo que fue propuesto
para entender la naturaleza humana y ayudar a las personas, colocándolas en
grupos según sus temperamentos básicos. Las cuatro categorías de
temperamentos son: Sanguíneo, Colérico, Melancólico y Flemático. Cada
categoría o tipo es definido por una lista de características descriptivas. Entonces,
se trata de aparejar a las personas con las descripciones y asignarlas a una
categoría.
Al pasar la teoría de un siglo a otro, las descripciones de cada tipo han sido
modificadas y ampliadas. Los términos descriptivos para cada categoría no
siempre son iguales entre los que emplean el sistema de los cuatro
temperamentos. Para algunos, una característica particular, como: liderazgo, sería
empleada para describir a un colérico; para otros describe al Sanguíneo. Así que,
las listas no son fijas ni firmes. Varían según la persona que las emplea.
A lo largo de los años, los filósofos, psiquiatras y psicólogos han diseñado
numerosas tipologías para clasificar a las personas según su comportamiento
social, sentimientos, percepciones, actitudes y aun su aspecto físico según la
relación que pueda tener con su temperamento.
Una mirada breve a la historia de los cuatro temperamentos revelará que sus
orígenes yacen en los viejos mitos y las prácticas ocultistas. Desde los tiempos
antiguos hasta la edad media, los médicos y los filósofos emplearon su
entendimiento de los cuatro humores (líquidos del cuerpo), los cuatro
temperamentos, y los signos del zodíaco para tratar las enfermedades y
comprender las diferencias entre las personas.
Los cuatro temperamentos finalmente fueron devaluados y considerados como
recuerdos anticuados de los esfuerzos antiguos para entender y tratar las
diferencias entre personas. Aunque se quedaron como un punto de novedad
histórico, a menudo fueron totalmente ignorados en los textos de psicología. De
hecho, pocos eruditos hicieron caso de las clasificaciones de los cuatro
temperamentos, excepto como una referencia histórica.
No obstante, los temperamentos ahora gozan de avivamiento fuera de los círculos
científicos. Neaman notó en 1975:
"Muy degradado, pero curiosamente influyentes, las tradiciones sobreviven en
nuestros tiempos, en las formas populares de horóscopo y en palabras como
"Sanguíneo", "colérico", "maníaco", "flemático" y "melancólico". El mundo
moderno está experimentando un resurgimiento de interés en la relación entre la
genética, el tiempo del nacimiento, los rasgos físicos y las disposiciones
psíquicas". (1)
Y en ningún lugar son más populares los cuatro temperamentos como entre los
astrólogos y los "cristianos evangélicos".
Los cuatro temperamentos evolucionaron de una vista mitológica y astrológica
del hombre y del universo, y estaban combinados consistentemente con los
signos del zodíaco. Siguen siendo empleados para mejorar la condición humana
mediante el conocimiento y la manipulación de las fuerzas y las debilidades que
estaban presentes al nacer la persona. Aunque los "cristianos" que emplean los
cuatro temperamentos hoy en día lo hagan sin el resto de la astrología, los cuatro
temperamentos son aquel rasgo de astrología, hecho agradable al paladar de los
cristianos.
¿Por Qué Son Tan Populares?
Los cuatro temperamentos, que habían pasado de moda desde los tiempos
medievales, han subido en popularidad entre los "cristianos evangélicos" del
mismo modo que la astrología ha subido en popularidad entre los que profesan
no ser cristianos. Quizá debido al aumento de la complejidad de la vida y los
numerosos y complejos sistemas psicológicos, la gente busca una forma sencilla
de entenderse y de entender a los demás.
Los cuatro temperamentos son fáciles de entender y de usar. Ofrecen
explicaciones simplistas para la complejidad de diferencias entre individuos, y
proponen soluciones simplistas a los problemas complejos de la vida. Además,
muchos "cristianos" confían en la teoría de los temperamentos porque creen que
es algo fidedigno, ayudador y compatible con la Biblia.
Desde el principio, las tipologías fueron diseñadas para ayudar a las personas a
entenderse y a mejorar su condición. Cada uno de los cuatro temperamentos tiene
características positivas y negativas. Los rasgos positivos son llamados "fuerzas"
o "ventajas" y los rasgos negativos son llamados "debilidades". Entonces, las
personas supuestamente se comprenden a sí mismas y a los demás, porque
identifican los rasgos positivos y negativos en cada uno, y luego encajan a cada
cual en una de las cuatro categorías. Luego, con esto que llaman "conocimiento
de uno mismo", trabajan para mejorar sus "fuerzas" o "ventajas" y para vencer
sus "debilidades". Cuando se encajan a sí mismas y a otros en alguna categoría,
ya no se sorprenderán tanto cuando se manifiesten los rasgos negativos del
comportamiento. Incluso habrá la ilusión de poder predecir el comportamiento.
El Sistema Lahaye De Temperamentos
LaHaye presentó los cuatro temperamentos a los cristianos evangélicos en 1966.
Los cuatro temperamentos habían sido descartados desde después de la Edad
Media y fueron anulados como medida válida para entender a la gente, hasta que
unas pocas personas los descubrieron en los recuerdos del pasado, y los
presentaron en lenguaje del Siglo XX. Una de aquellas almas fue el Dr. Ole
Hallesby, un teólogo noruego que escribió el libro: Temperamentene i kristelig
lys, editado en 1940 y traducido al inglés en 1962 como Temperamento y la Fe
Cristiana. (2) LaHaye dice que "tomó extensivamente" de este libro al escribir su
libro: Spirit-Controlled Temperament ("Temperamento Controlado por el
Espíritu"), que fue editado cuatro años después de la versión inglesa del libro de
Hallesby. (3)
El libro de Hallesby no tiene notas de referencia para apoyar sus declaraciones
acerca de cada uno de los cuatro temperamentos. Su libro es una mezcla de sus
propias observaciones limitadas y las opiniones de otros individuos no
nombrados. Sin embargo, disertando sobre las características del Sanguíneo,
Colérico, Melancólico o Flemático, habla como si sólo diera datos verídicos.
LaHaye sigue en la misma tradición. Aunque acredita a Hallesby por mucho de
su material, no tiene investigaciones ni otro apoyo por la explicación detallada de
las características. Las categorías y descripciones han sido pasadas de uno a otro
a lo largo de las edades en la misma manera que las fábulas de viejas, contra las
cuales la Escritura nos advierte claramente (1 Ti. 4:7).
LaHaye continúa promocionando los cuatro temperamentos difuntos en su libro
Transformed Temperaments ("Temperamentos Transformados"). En este libro
comete varios errores acerca de la historia de los cuatro temperamentos.
Aparentemente no había entendido ni la profundidad ni el alcance de la obra por
Claudio Galeno de Pérgamo al delinear los rasgos de los cuatro temperamentos.
Además, dice equivocadamente que Galeno vivía en el Siglo XVII en lugar del
Siglo II. (4) Esto puede parecer sin importancia, pero demuestra la falta de
investigación rigurosa hecha en preparación para escribir un libro que pretende
decir a la gente cómo utilizar la teoría de los cuatro temperamentos y la
personalidad para su crecimiento espiritual.
LaHaye parece haber empleado recursos mínimos para sus descripciones de los
cuatro temperamentos. Principalmente tomó del libro de Ole Hallesby (el cual
carece totalmente de citas o referencias académicas y de investigación), y cita del
filósofo alemán, Immanuel Kant, como demuestra el libro de Eysenk, Fact and
Fiction in Psychology ("Datos y Ficción en la Psicología"). (5) LaHaye
seguramente no podía haber tomado en serio el resto del libro de Eysenck, o
habría sido mucho más cauto en sus declaraciones acerca del uso de los
temperamentos para el crecimiento espiritual.
A pesar de la declaración de LaHaye que: "la clasificación en cuatro de los
temperamentos todavía es empleado ampliamente", los psicólogos teóricoss por
lo general habían abandonado la tipología de los cuatro temperamentos. De
hecho, es difícil encontrar material académico reciente que los trate. Aparte de su
valor histórico, los cuatro temperamentos casi han desaparecido del escenario de
las investigaciones, como algo anticuado, pasado de moda para analizar y
entender la naturaleza humana. En cuanto a validez por criterio externo, es
interesante que LaHaye intentara convalidar la teoría de los temperamentos sobre
la base de los expertos de ortografía. (6) Estos grafólogos alegan que el estilo
ortográfico de la persona revela su personalidad. Sin embargo, numerosos
estudios de investigación han refutado sus alegaciones. (7)
Del mismo modo que Freud creía que el hombre es impulsado por fuerzas
invisibles en su subconciencia, LaHaye enseña que el temperamento de la
persona es: "la fuerza invisible que yace debajo de los hechos humanos". Afirma:
"¡No hay nada más fascinante acerca del hombre que su temperamento!" Es el
temperamento que provee a cada ser humano con las cualidades distintivas que le
hace único e individualmente diferente de los demás seres humanos, como las
formas diferentes que Dios ha dado a los copos de nieve. Es la fuerza invisible
que yace debajo de los hechos humanos, una fuerza que puede destruir a un ser
normal y productivo, a menos que sea disciplinada y dirigida". (8)
Inmediatamente uno piensa que conocer su temperamento es esencial si quiere
escaparse de la destrucción y ser productivo.
LaHaye también incluye en su esquema la tipología del psiquiatra ocultista Carl
Jung, del Introvertido-Extrovertido. Coloca al Sanguíneo y al Colérico bajo el
tipo Extrovertido, al Melancólico y al Flemático bajo el tipo Introvertido. (9)
También asigna el "pecado universal" de la ira a los Sanguíneos y los Coléricos,
y el "pecado universal" del miedo a los Melancólicos y los Flemáticos. (10) Los
gráficos y las descripciones hacen que todo el montaje parezca ser académico,
basado sobre datos y por lo tanto, una representación fiel. Pero, son
clasificaciones y combinaciones arbitrarias. En sus libros posteriores añade a las
listas y las embellece, y aun fabrica un test que las personas se pueden hacer y así
encajarse en su sistema.
LaHaye enseña que la teoría de los cuatro temperamentos para entender la
humanidad es compatible con la Biblia. Dice:
"Los cuatro temperamentos parecen apelar a los cristianos porque son
compatibles con muchos conceptos bíblicos. Como la Biblia enseña que todos los
hombres tienen una naturaleza pecaminosa, así también los temperamentos
enseñan que todos los hombres tienen debilidades. La Biblia enseña que el
hombre tiene un pecado que le asedia, y los temperamentos lo subrayan. La
Biblia dice que el hombre tiene una "antigua naturaleza" que es la "carne" o la
"carne corruptible". El temperamento está compuesto de rasgos heredados,
algunos de los cuales son debilidades". (11)
Entonces, puesto que la Biblia no enseña directamente los cuatro temperamentos,
LaHaye presenta a cuatro personajes mayores de la Biblia, en términos de los
temperamentos. LaHaye advierte a la gente acerca de usar los cuatro
temperamentos sin discriminación, para clasificar a otras personas. (12) No
obstante, él presume con osadía de aplicar los cuatro temperamentos a Pedro,
Pablo, Moisés y Abraham, en Transformed Temperaments ("Temperamentos
Transformados"). Convierte a Pedro en un Sanguíneo, a Pablo en un Colérico, a
Moisés en un Melancólico y a Abraham en un Flemático. (13)
En su libro: Why You Act The Way You Do ("Porqué Te Comportas Así"),
LaHaye transforma al rey David en una combinación de Sanguíneo y
Melancólico. (14) Pero, otro maestro de los cuatro temperamentos, Florence
Littauer, dice que cuando la persona parece tener temperamentos opuestos, como
Sanguíneo y Melancólico, uno de ellos es realmente una máscara.
LaHaye afirma que sus libros acerca de los cuatro temperamentos han alcanzado
a "dos o tres millones de personas", pero no está dispuesto a debatir públicamente
el tema de los cuatro temperamentos. Intentando dar apoyo a su teoría, LaHaye
alega que: "Salomón vio cuatro tipos de persona en Proverbios 30:11-14, hace
más de tres mil años. Aproximadamente quinientos años después, Hipócrates, el
'Padre de la medicina moderna', dio a los temperamentos sus nombres". (15) Como
muchas otras justificaciones que LaHaye da cuando intenta apoyar su teoría
difunta y procedente del ocultismo, ésta también fracasa cuando la
inspeccionamos.
Comencemos mirando en Proverbios 30:11-14, el texto que LaHaye emplea
cuando procura hacer bíblicos los cuatro temperamentos.
"Hay generación que maldice a su padre y a su madre no bendice. Hay
generación limpia en su propia opinión, si bien no se ha limpiado de su
inmundicia. Hay generación cuyos ojos son altivos y cuyos párpados están
levantados en alto. Hay generación cuyos dientes son espadas, y sus muelas
cuchillos, para devorar a los pobres de la tierra, y a los menesterosos de entre los
hombres".
Ahora, comparemos estos cuatro versículos que describen hechos y actitudes
malvados, con los cuatro temperamentos. Para ayudarnos a aclarar la
comparación, colocamos una característica generalmente aceptada al lado de
cada uno de los siguientes cuatro temperamentos.
Sanguíneo - Feliz
Colérico - Optimista
Melancólico - Melancólico
Flemático - Tranquilo
Es obvio inmediatamente que no hay ninguna relación entre los cuatro versículos
en Proverbios y los cuatro temperamentos, excepto en el cuarto. El escritor de
Proverbios habla de una generación o grupo de personas orgullosas y rebeldes, y
que son corruptas moral y espiritualmente. Aunque resulta que apunta cuatro
grupos, uno puede hallar en las Escrituras otros usos de la palabra traducida
"generación" además de estos cuatro, tales como "la generación de los justos"
(Sal. 14:5), "la generación de los que buscan a Dios" (Sal. 24:4-6), y "generación
contumaz y rebelde" (Sal. 79:13). A pesar de esto, LaHaye propaga esta falsedad
a millones de personas.
LaHaye dice: "Siempre digo a mis críticos que si no les gusta esta teoría para
ayudar a las personas, que produzcan una mejor y la emplearé". (16)
Recomendamos algo que es mucho mejor y que no es ninguna teoría. Es la
VERDAD hallada en la Palabra de Dios. Y no necesita ninguna argumentación ni
amplificación por Freud, ni Jung, ni ningún teórico de temperamentos. ¿La
empleará LaHaye, la recomendará como suficiente para la vida y la piedad?
Hasta ahora no lo ha hecho.
Una de las razones alegadas para usar los temperamentos es para ayudar a las
personas ver sus debilidades y pecados para que puedan vencerlos. Pero el
Espíritu Santo no necesita teorías extra-bíblicas para señalar nuestros pecados.
Debido a la naturaleza pagana del sistema y los errores que contiene, un cristiano
puede hallarse en la esclavitud, tratando de mejorarse mediante la modificación
de sus debilidades y el ejercicio de sus fuerzas, en lugar de permitir al Espíritu
Santo trabajar a Su manera en su vida.
Si realmente deseamos identificar nuestros pecados y nuestros hábitos
pecaminosos, el Señor nos dará amplia oportunidad para descubrirlos. Nuestro
problema no es que no podamos descubrir nuestras tendencias pecaminosas sin
conocer los cuatro temperamentos. El problema es que no queremos reconocer
nuestra propia condición pecaminosa. Pero cuando queramos, el Señor es fiel
para contestar una oración como la del Salmo 139:23-24.
"Examíname, oh Dios, y conoce mi corazón; pruébame y conoce mis
pensamientos; y ve si hay en mí camino de perversidad, y guíame en el camino
El libro: Four Temperaments, Astrology & Personality Testing (Los Cuatro
Temperamentos, La Astrología & Los Tests De Personalidad) expone las raíces
ocultistas de la teoría de los temperamentos y critica el uso de tests de
personalidad y teorías para catalogar a la gente.
1. Judith S. Neaman. Suggestions of the Devil: The Origins of Madness ("Sugerencias del
Diablo: Los Orígenes de la Demencia"). Garden City: Anchor Press/Doubleday, 1975, pág.
2. Ole Hallesby. Temperament and the Christian Faith ("Temperamento y la Fe Cristiana").
Minneapolis: Augsburg Publishing House, 1962.
3. Tim LaHaye. Spirit-Controlled Temperament ("Temperamento Controlado por el
Espíritu"). Wheaton, IL: Tyndale House, 1966, edición de 1967, pág. 4.
4. Tim LaHaye. Transformed Temperaments ("Temperamentos Transformados"). Wheaton,
IL: Tyndale House Publishers, 1971, pág. 10.
5. Hans J. Eysenck. Fact and Fiction in Psychology ("Datos y Ficción en la Psicología").
Baltimore: Penguin Books, 1965, págs. 55-57.
6. Tim LaHaye. Why You Act the Way You Do ("Porqué Te Comportas Así"). Tyndale
House Publishers, Inc., 1984, pág. 14.
7. Adrian Furnham. "Write or Wrong: The Validity of Graphological Analysis," The
Skeptical Inquirer ("El Preguntador Escéptico"), Vol. 13, No. 1, Fall 1988, págs. 64-69.
8. LaHaye, Spirit-Controlled Temperament, op. cit., pág. 4.
9. Ibid., pág. 112.
10. Ibid., pág. 70.
11. LaHaye, Transformed Temperaments, op. cit., págs 17-18.
12. Ibid., pág. 19.
13. Ibid., págs. 30-131.
14. LaHaye, Why You Act the Way You Do, op. cit., pág. 40.
15. Carta archivada.
16. Carta archivada.
Este artículo apareció en PsychoHeresy Awareness Letter, julio-agosto 1999, Vol. 7 , Nº 4, escrito por los
señores Bobgan. Traducido por Carlos Tomás Knott. Los hermanos Bobgan tienen un sitio en internet
dedicado a exponer y replicar a la PsicoHerejía: http://www.psychheresy-aware.org Su dirección de correo
electrónico es bobgan@psychoheresy-aware.org
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