Por: Mariano
Marcos Andrade B.
Mayo 18 de 2000.-Ciudad de México.- Para la Iglesia de la Unificación, que ha creado un emporio empresarial con cientos de firmas en todo el mundo, México constituye un punto estratégico para la promoción de su fe en América Central. En el país, el trabajo de difusión de la Iglesia fundada por el reverendo Moon comenzó en 1973, con el arribo al país de la misionera Susan Burbank.
El reverendo Sun Myung Moon fundador de la Iglesia de la Unificación, ha
construído una doctrina en la que el hacer dinero es casi una consecuencia
necesaria de la fe y un requisito moral del creyente.
"Originalmente, la creación y todas las cosas pertenecían a Dios y a Adán – explica el mismo Moon-, pero Satán se apoderó de ellas. Esa es la razón por las que debemos recuperarlas. Por ese motivo, yo he invertido todo. Trabajé duro, con amor a Dios y a la humanidad. No hice dinero para utilizarlo en mi mismo…"Para apuntalar el trabajo de Burbank en México, durante 1975 llegaron más misioneros de los Estados Unidos, Japón y Alemania, los cuales organizaron en el país el sistema habitual de difusión de la fe, a través de conferencias y predicación callejera. El primer miembro de la Iglesia de la Unificación reclutado en México fue Emmi Martínez.
Regis Hanna, quien llegó con su esposa Nancy desde Chile en noviembre de 1982 para trabajar como misionero en México fue el líder de la Iglesia de Moon en México y América Central.
Su labor permitió que para marzo de 1986 hubiera ya en el país oficinas centrales de la Iglesia y un centro de adiestramiento en la nueva fe. El 24 de noviembre de 1993 la Iglesia adquirió terrenos cerca de Acapulco, donde creó nuevos centros para realizar retiros y adiestramientos. Desde entonces la Iglesia de la Unificación realiza frecuentes encuentros de empresarios, diplomáticos y fieles en México. El último de ellos tuvo lugar el año pasado. Para el reverendo Moon, el futuro de la humanidad está puesto en América y en tal sentido México constituye una tierra prometida, que merece el trabajo que provocan a los misioneros sus habitantes, generalmente escépticos ante su doctrina.
Lógicamente, el centro de su actividad se desarrolla en los países capitalistas asiáticos y en Estados Unidos, desde donde Moon ha edificado su plan para salvar al mundo del comunismo y la decadencia de valores que aqueja incluso a los cristianos "que han caído en la trampa de Satán".
"No utilicé dinero americano para el pueblo americano, sino dinero que he ganado en Korea y Japón. Dado que América es una nación mundialmente representativa (sic), la regla fundamental es que debo amar a los americanos más que a mis hijos y a mi propia gente. Lo hice y porque lo hice, construí una fundación capaz de salvar al mundo", lo cual significa para el reverendo Moon "conectarnos con el amor de Dios". Los negocios de la Iglesia de la Unificación, tienen pues como fin el de la propia Iglesia; "son fondos ganados no para hacer dinero, sino para restaurar y amar todas las cosas. El dinero que ustedes (los fieles) hacen antes del matrimonio (y que es requerido por la Iglesia) es utilizado para salvar al mundo y para los misioneros.
"Originalmente, la creación y todas las cosas pertenecían a Dios y a Adán – explica el mismo Moon-, pero Satán se apoderó de ellas. Esa es la razón por las que debemos recuperarlas. Por ese motivo, yo he invertido todo. Trabajé duro, con amor a Dios y a la humanidad. No hice dinero para utilizarlo en mi mismo…"Para apuntalar el trabajo de Burbank en México, durante 1975 llegaron más misioneros de los Estados Unidos, Japón y Alemania, los cuales organizaron en el país el sistema habitual de difusión de la fe, a través de conferencias y predicación callejera. El primer miembro de la Iglesia de la Unificación reclutado en México fue Emmi Martínez.
Regis Hanna, quien llegó con su esposa Nancy desde Chile en noviembre de 1982 para trabajar como misionero en México fue el líder de la Iglesia de Moon en México y América Central.
Su labor permitió que para marzo de 1986 hubiera ya en el país oficinas centrales de la Iglesia y un centro de adiestramiento en la nueva fe. El 24 de noviembre de 1993 la Iglesia adquirió terrenos cerca de Acapulco, donde creó nuevos centros para realizar retiros y adiestramientos. Desde entonces la Iglesia de la Unificación realiza frecuentes encuentros de empresarios, diplomáticos y fieles en México. El último de ellos tuvo lugar el año pasado. Para el reverendo Moon, el futuro de la humanidad está puesto en América y en tal sentido México constituye una tierra prometida, que merece el trabajo que provocan a los misioneros sus habitantes, generalmente escépticos ante su doctrina.
Lógicamente, el centro de su actividad se desarrolla en los países capitalistas asiáticos y en Estados Unidos, desde donde Moon ha edificado su plan para salvar al mundo del comunismo y la decadencia de valores que aqueja incluso a los cristianos "que han caído en la trampa de Satán".
"No utilicé dinero americano para el pueblo americano, sino dinero que he ganado en Korea y Japón. Dado que América es una nación mundialmente representativa (sic), la regla fundamental es que debo amar a los americanos más que a mis hijos y a mi propia gente. Lo hice y porque lo hice, construí una fundación capaz de salvar al mundo", lo cual significa para el reverendo Moon "conectarnos con el amor de Dios". Los negocios de la Iglesia de la Unificación, tienen pues como fin el de la propia Iglesia; "son fondos ganados no para hacer dinero, sino para restaurar y amar todas las cosas. El dinero que ustedes (los fieles) hacen antes del matrimonio (y que es requerido por la Iglesia) es utilizado para salvar al mundo y para los misioneros.
Nosotros decimos que utilizamos el dinero que hicimos antes del matrimonio para el mundo –concluye el reverendo Moon-. Debemos esparcirlo como si fueran semillas..."
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