Génesis 6:3: "Y dijo Jehová: No contenderá mi espíritu con el hombre para siempre, porque ciertamente él es carne; mas serán sus días ciento veinte años."
El arminiano piensa que el Espíritu de Dios lucha para convencer al hombre a obedecer a Dios, pero el hombre efectivamente resiste al Espíritu y lo derrota. Por eso Dios decidió dejar de luchar con el hombre y aceptó la derrota. A esto respondo:
¿Quién es el "espíritu" mencionado en el texto?
1. ¿Qué quiere decir el texto por "mi espíritu". ¿Se refiere a la segunda persona de la trinidad o al espíritu que Dios pone en cada hombre? Algunos de los judíos dicen que la palabra traducida "contenderá" viene de la palabra hebrea que indica la vaina de una espada. A base de esto, dan el siguiente sentido a las palabras: "por mi espíritu se refiere al espíritu que Dios ha puesto en el hombre, y ese espíritu no se quedará en él como queda una espada en la vaina. Sino Dios va a extraerlo como se saca la espada de la vaina. Y cuando lo saca, entonces el hombre morirá. Por eso cortaré sus días, y ellos serán solo ciento veinte años".
2. Otros judíos, como por ejemplo el rabí Sol Jarchi, entienden las palabras así: "mi espíritu, que están dentro de mí, no siempre contenderá con el asunto del hombre, sí lo voy a perdonar o no. Sino le voy a hacer saber que no estoy indeciso tocante a la misericordia y el juicio. Y he decidido castigarlo. Por eso le daré ciento veinte años para llenarse de delitos".
3. También muchos otros eruditos están de acuerdo con esta última interpretación. Si una de las dos explicaciones es correcta, entonces el razonamiento de los arminianos es erróneo.
4. En mi opinión, el Espíritu aquí mencionado es el Espíritu Santo. El apóstol Pedro, cuando habla de Cristo en I Ped.3:18-20, dice que cuando fue muerto Cristo en la carne y vivificado en el Espíritu, fue y predicó a los espíritus encarcelados, los cuales en otro tiempo (en los días de Noe) eran desobedientes. Este comentario de Pedro se basa en Gén.6:3 y es el mejor comentario sobre el pasaje.
¿Está el Espíritu de Dios en todos los hombres?
1. El Espíritu de Dios está en todas partes, y en cierto sentido está en cada criatura y cada hombre. El Espíritu es Dios omnipotente. Por eso dice el salmista: "¿Adónde me iré de tu Espíritu? Y ¿adónde huiré de tu presencia?" (Sal.139:7).
2. Dios puede estar en algunas personas por medio de los dones divinos (dones que no son de una naturaleza salvadora). Así el Espíritu puede estar en el hombre, pero:
3. Que él está en cada hombre con el propósito de salvar al hombre no es cierto. Cada inconverso es destituido del Espíritu. Solo los conversos son morada del Espíritu. La diferencia entre los regenerados y los no-regenerados es está: el uno tiene al Espíritu de Dios y el otro no.
4. Es fácil entender en que sentido el Espíritu de Dios abandona el lugar donde ha estado. En primer lugar si el Espíritu está en una persona por medio de los dones que ha proporcionado al individuo, entonces solo necesita quitarle los dones para, a la vez quitarle su presencia en la persona.
5. Pero cuando el Espíritu está presente en el corazón del hombre, obrando en él por medio de la gracia, entonces esta presencia del Espíritu es permanente (excepto en ciertos casos, por un corto tiempo). Es posible que el Espíritu aparenta quitar su presencia al pueblo de Dios, porque el pueblo no siente su presencia como en otros días. Pero él siempre mora en ellos, y cumple el deseo de Cristo de que sea una presencia perpetua en ellos.
6. Además, las palabras del texto no dicen que el Espíritu de Dios moraba en los hombres, sino que contendía con ellos.
¿Qué quiere decir que el Espíritu "contiende" con el hombre?
1. La palabra hebrea significa "juzgar" o "ejecutar juicio". Algunos traducen el versículo así: "Mi espíritu no juzgará a estos hombres para siempre". El sentido que quieren dar con esta traducción es este: "No voy a ejercer juicio sobre estos hombres en este instante, sino que esperaré ciento veinte años y si no se arrepienten, entonces los destruiré".
2. La palabra "contender" significa razonar o litigar sobre un punto. El Espíritu de Dios estaba razonando y litigando ante las conciencias de estos hombres acerca del pecado. En particular Noé, un predicador de justicia, fue uno de los ministros del Espíritu quien razonaba con el hombre. Sin embargo para demostrar su longanimidad y clemencia, concedía al hombre ciento veinte años. Esta es la paciencia de la que Pedro habla (I Ped.3:20).
3. La contención del Espíritu de Dios con estos hombres fue en un sentido externo, por medio de la palabra y la persuasión moral. Pero esta contención no dio resultado.
4. Es fácil discernir en que sentido el Espíritu de Dios puede ser resistido. Las cosas del Espíritu son desagradables al hombre natural. Con razón el ministerio externo de la palabra es resistido. El llamamiento externo puede ser resistido y rechazado. Hasta puede haber una oposición y resistencia a la obra regeneradora del Espíritu. Pero el Espíritu no puede ser obligado a dejar su obra. El actúa con un designio que no puede ser frustrado. Su poder es irresistible.
¿Se dio el Espíritu de Dios por vencido?
El arminiano dice que el mundo gozó de un "día de gracia" en el cual podrían haberse salvado. En ese tiempo el Espíritu de Dios trataba de convertir al hombre, pero cuando expiró el tiempo señalado, el Espíritu no tuvo otra alternativa más que darse por vencido. A esto respondo:
1. El espacio de ciento veinte años fue dado al mundo antiguo para arrepentirse. Y es cierto que esto fue para ellos un favor divino, un tiempo de longanimidad y paciencia. Pero no es lógico pensar que a todos los hombres, de todas las dispensaciones, les es dado también un "día de gracia".
2. Si por un "día de gracia" uno quiere decir "los medios de la gracia" (la predicación del Evangelio, el mensaje que se encuentra en los himnos, etc), pienso que estos son insuficientes en sí para producir la salvación, si no son acompañados por la Gracia eficaz de Dios. Todos los hombres no tienen un día de gracia en este sentido. A veces los medios de gracia son restringidos a una sola nación en particular y el resto del mundo ha estado sin ellos por muchísimos años. Este fue el caso de todas las naciones del mundo que fueron dejadas andar en sus propios caminos. Dios no los miraba, no les dio gracia, mientras su culto solo fue observado en la tierra de Judea. Y desde el primer siglo, la predicación de la palabra se ha hecho en pocos lugares cuando el resto del mundo ha quedado sin ella. Así vemos que no todos los hombres tienen acceso a los medios de gracia.
3. Desde que el Evangelio empezó a predicarse en Palestina, se puede decir que hemos estado en un "día de gracia", pero este día no muere mientras el mundo siga existiendo. Solo Dios sabe hasta cuando continuará. No se puede decir que ningún hombre ha acabado con sus oportunidades. Mientras tiene oídos puede escuchar el Evangelio y el Espíritu le puede hacer responder a la predicación.
4. En realidad el "día de gracia" empieza en el momento de la conversión y nunca, pero nunca, terminará. Aunque este día sea con nubes y tormentas, durará como el día eterno de gloria.
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jueves, 8 de octubre de 2015
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¿Pugnó el Espíritu De Dios Con el Hombre y Fue Derrotado?
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