El Diluvio, Un estudio al contexto social de los primeros dos milenios - Recursos Cristianos

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jueves, 22 de noviembre de 2018

El Diluvio, Un estudio al contexto social de los primeros dos milenios





Por: Misael Castro
Redaccion: Maylin Waleska Maradiaga
Año 2018

Las expectativas  de juicio ya se hacían sentir en aquellos siglos antes de la gran  catástrofe universal; destrucción que dio por terminada a un total de 10 genealogías resumiendo a una la continuidad de la raza humana, hechos que marcan totalmente la historia de la humanidad que antecedió al diluvio, pero según relata la historia  bíblica en Génesis 5:29 que dice: 

 “Y llamó su nombre Noé, diciendo: Este nos aliviará de nuestras obras, y del trabajo de nuestras manos, á causa de la tierra que Jehová maldijo”.  

 Cuando Noé nació hubo grandes expectativas de salvación por causa de su nacimiento y en palabras proféticas de Lamech, su padre, quien era el noveno en la línea genealógica desde que adán fue creado; estas palabras proféticas de Lamech indican la gran necesidad que existía por causa de la maldición que recibió la tierra por causa del pecado del hombre según Génesis 3:17.

“Y al hombre dijo: Por cuanto obedeciste á la voz de tu mujer, y comiste del árbol de que te mandé diciendo, No comerás de él; maldita será la tierra por amor de ti; con dolor comerás de ella todos los días de tu vida;”

La profecía de Lamech, padre de Noé, no solo representa la gran salvación que Dios traería por medio de Noé, sino también la salvación futura que es en Cristo Jesús, pues Noé tanto en acción como en vida espiritual es tipo y figura de Cristo Jesús; y el diluvio en cuanto la magnitud devastadora representa   a los grandes Juicios de Dios que tiene destinado para esta perversa generación que al igual que aquella en el tiempo de Noé no ha querido dejar de hacer lo malo.

Paralelo a la vida de la familia de  Noé en tierra de Nod al oriente del huerto del Edén, es decir lo que hoy es Irak , una gran cantidad de hombres y mujeres se multiplicaron, esta era la descendencia de Caín, quien había sido expulsado de la tierra por causa de la muerte de Abel su hermano, según Génesis 4:17 Caín tomó mujer, quiere decir que tomó a parientes cercanos, es decir que las hijas de Adán que nacieron en el año 800 de la vida de Adán; según Génesis 5:4 de la descendencia de Caín surgen 9 patriarcas  y una mujer. Según Génesis 4:16-24 de toda esta proliferación cainiana de una u otra forma maldita por causa de su padre fue que se llenó de maldad aquella generación.

 Según Génesis 4:15 y Génesis 4:23-24 estos descendientes de Caín no podian ser exterminados a causa de aquella señal que fue puesta en el primer homicida padre de aquella generación; de una y otra forma es lo que se da a entender en Génesis 6:1-2 y 4 al referirse a los hijos de Dios, es decir a aquellos que seguían la línea de Seth Enós, Caínan, Mahaleleel, Jared, Henoch, Matushalem, Lamech y Noé se diferenciaban por sus acciones.

Por lo que aquellos que no invocaban el nombre de Jehová a la manera de estos 9 hombres eran considerados totalmente mundanos; ¿Pero en qué era lo que hacía diferente a estos hombres al resto de aquella sociedad? La diferencia enorme de esta radica  en la expresión en que literalmente hablando nos deja el redactor de Génesis  a manera de cometario según  Génesis 4:26 cuando la descendencia de Seth comienza a buscar el rostro de Dios.

Al igual que el nuevo pacto, en aquello Dios, Nuestro Dios les había advertido no mezclarse con la familia de Caín, esto con el propósito de perpetuar la buena simiente.

Como consecuencia de la desobediencia de la descendencia buena, en otras palabras, los hijos e hijas que engendraron Seth, Enós Y Cainán, Mahalaleel, Jared; Henoch, y Matushalem cometieron la desobediencia de mezclarse con la simiente cainita, simiente que estaba señalada como mala, producto de ello es que surge como castigo de Dios hacia aquella mala decisión que tomaron los hijos de Dios que invocaron su nombre, es que surgieron los gigantes según Génesis 6:4 que dice:

“Había gigantes en la tierra en aquellos días, y también después que entraron los hijos de Dios á las hijas de los hombres, y les engendraron hijos: éstos fueron los valientes que desde la antigüedad fueron varones de nombre.”

Dios intentaba vehementemente en preservar la vida de la raza humana, intentando tener separados los unos de los otros, al llenarse la Tierra de corrupción y violencia el balance se perdió, es decir los malos superaron a los buenos, este desenlace se dio aproximadamente en el año 1536 al 1556 que la maldad había llegado a su punto más alto, a tal grado de colmar la paciencia de Jehová. (Génesis 6:6)

“Y arrepintióse Jehová de haber hecho hombre en la tierra, y pesóle en su corazón”

En conclusión, la desobediencia a la voz de Dios de no mezclarse con la descendencia cainita trajo como consecuencia el pecado y posteriormente la destrucción final con el gran diluvio.

Para confirmar que este era el pecado capital lo confirmamos en la palabra del maestro cuando dijo lo siguiente en Lucas 17:26-27 que dice:

“Y como en los días de Noé, así también sería en días del Hijo del Hombre Comían, bebían, los hombres tomaban mujeres, y las mujeres maridos, hasta el día que entró Noé en el arca; y vino el diluvio, y destruyó a todos”

Estas palabras del maestro en respuestas a las cuestiones de los fariseos (Lucas 17:20) tiene dos aplicaciones. La primera tiene relación con la forma analógica que Cristo usó al comparar los tiempos que predicación de la Gracia y la Virtud Salvadora del Evangelio con los tiempos de Noé. La segunda aplicación tiene relación con el contexto social mencionado en Génesis 6:1-4 y 11 al aclararnos, cual era realmente el pecado que más le desagradó a su Padre, pecado que causó severas consecuencias de castigo que exterminó a toda aquella generación.



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