ISRAEL Y SU SALVACIÓN
DURANTE EL REINO MILENIAL DE CRISTO
Muchos pensamientos y corrientes
dogmáticas dicen que para que Israel sea salvo durante la presencia de Cristo
en su segunda venida, es necesario que durante este reino se le sea predicado
el evangelio; pero esto es una mala percepción que conlleva una mala
interpretación de algunos versículos bíblicos que de ninguna manera nos
confirma que al pueblo de Israel se le deba predicar durante el milenio para
que puedan ser salvos.
Al contrario, encontramos versos
en las escrituras que hablan claramente que Israel no va a tener necesidad de
que alguien de nosotros los gentiles o cualquier otra persona del pueblo de
Israel les valla ha enseñar el conocimiento de la persona de Cristo y de su
doctrina, pues le van a tener frente a frente; cara a cara, para platicar con él.
Es allí cuando el pueblo hebreo
será absuelto de toda culpa y tomados como pueblo de Dios y de esta manera,
automáticamente llega la salvación para ellos; teniendo frente a frente al
autor de la vida y de la salvación. Porque
ya está escrito que con la venida de nuestro señor Jesucristo a instaurar su
reino aquí en la tierra, todo israelita que esté vivo formando el estado de
Israel en el presente, será salvo. Cuando dice que “todo Israel”, habla de
los que estén vivos cuando Cristo venga a esta tierra.
En esta misma cuenta, entran los
144000 (ciento cuarenta y cuatro mil) que ya son salvos y que resucitaran en el
preciso instante de la venida de nuestro señor Jesucristo. Y esta salvación
llega al pueblo de Dios(Israel) no porque alguien les valla a predicar para que
se arrepientan y de alguna manera conozcan al señor, por el contrario, “La Salvación” les llega a plenitud en
el reino de Cristo por la promesa hecha a sus padres, por lo que nos dice Romanos
11: 28
“Así que, cuanto al
evangelio, son enemigos por causa de vosotros: más cuanto a la elección, son
muy amados por causa de los padres.”
Porque dice claramente en Romanos
11: 26 “que todo Israel será salvo”, pero hacemos énfasis; que lo antes
mencionado en Romanos 11: 26 es solamente aplicable al pueblo de Israel que se
encontrare con vida cuando Cristo venga en su segunda venida. Romanos 11: 26 en
su parte final dice claramente: “vendrá de Sion el Libertador que quitará de
Jacob la impiedad”; podemos observar, como el señor Jesucristo desde su
solio presidencial cuyo nombre es Sion absolverá de todo pecado al pueblo de
Israel y lo exonerará de toda culpa, por lo que nos dice Romanos 11:29 de la
siguiente manera:
“Porque sin
arrepentimiento son las mercedes y la vocación de Dios.”
Conforme a lo que nos
dice este versículo de una forma clara, Israel no necesitará que nadie le
predique, algo muy distinto de la predicación en el periodo de la gracia en
donde el gentilismo, para poder obtener la salvación, necesita que les sea
predicado; porque el conocimiento en el presente es por fe, por el espíritu y
por la palabra de Dios. Pero con Israel
será un caso diferente, pues estarán viendo a Cristo Jesús cara a cara,
platicando con él; de esta manera nadie estará obligado a enseñarle a su
prójimo acerca del conocimiento de Cristo Jesús según lo que nos dice hebreos
8: 10-12 de la siguiente manera:
“Por lo cual, este es
el pacto que ordenaré a la casa de Israel, Después de aquellos días, dice el
Señor: Daré mis leyes en el alma de ellos Y sobre el corazón de ellos las
escribiré; Y seré a ellos por Dios, y ellos me serán a mí por pueblo: Y ninguno enseñará a su prójimo, ni ninguno a
su hermano, diciendo: Conoce al Señor: Porque todos me conocerán, desde el
menor de ellos hasta el mayor. Porque
seré propicio a sus injusticias, y de sus pecados y de sus iniquidades no me
acordaré más.”
Estos versos adjuntos a Romanos
11:26, 28 y 29 iluminan totalmente el panorama acerca de la salvación del
pueblo de Israel desde el comienzo hasta el final del Reino Milenial de Cristo.
De igual manera el profeta Zacarías en su capítulo 12: 10 nos enseña lo
siguiente:
“Y derramaré sobre la
casa de David, y sobre los moradores de Jerusalén, espíritu de gracia y de
oración; y mirarán a mí, a quien traspasaron, y harán llanto sobre él, como
llanto sobre unigénito, afligiéndose sobre él como quien se aflige sobre
primogénito.”
Esta profecía nos afirma que en aquel día
futuro cuando Cristo venga (segunda venida) el pueblo de Israel recibirá a
manera de unción “espíritu de gracia y de oración” para que pueda reconocer a plenitud
al hijo de Dios pues tendrán acceso directo al Soleo Presidencial de Cristo y
de esta manera poder tocarlo, abrazarlo y platicar con él.
Entonces, teniendo frente
a frente a Cristo Jesús es de lógica que no necesitarán que alguien más les
predique acerca del conocimiento del Rey de Reyes y Señor de Señores. Y una de
estas pláticas que tendrán los Israelitas con el señor es la siguiente según Zacarías
13:6
“Y le preguntarán: ¿Qué
heridas son éstas en tus manos? Y él responderá: Con ellas fui herido en casa
de mis amigos.”
Cualquier persona con el mas mínimo
conocimiento de teología entendería que los israelitas van a tener acceso
directo al Soleo Presidencial de Cristo para platicar con él. y de esta manera serán
deslumbrados con tan grande admiración por el poder, esplendidez y potencia de
su glorioso reino; se van a llenar de tan grande curiosidad porque siendo un
rey tan poderoso tiene estas heridas en sus manos y el responderá “fui
herido en casa de mis amigos”.
Con estas pruebas
indubitables e insoslayable se darán cuenta los israelitas que este personaje
que tienen en frente es aquel mismo que sus descendientes crucificaron allá por
el año 30 de nuestra era. Es allí cuando los israelitas van a llorar y
lamentaran delante de el por lo que sus antepasados le hicieron.
Este arrepentimiento
les permitirá en el conocimiento de que ese Rey es Cristo Jesús, será necesario
que le vean frente a frente, cara a cara; ya sin el velo que en la actualidad
no les permite conocerle para que se cumpla lo que anteriormente explicábamos
en Zacarías 12 :10.
Conclusión:
Pese a las diferentes corrientes
dogmáticas adversas, relacionadas con el estudio en mención; las escrituras son
extremadamente claras al confirmarnos que no es necesario durante el reino
milenial de Cristo, se les sea predicado al pueblo de Israel (el pueblo elegido
de Dios) por alguna persona del pueblo gentil redimido o de las doce tribus de
Israel igualmente redimidas; pues este pueblo, que recibirá en carne a Cristo
Jesús, serán espectadores en forma directa de las palabras que saldrán de boca
de nuestro Rey de Reyes y Señor de Señores a quien sea la gloria, la honra,
imperio y potestad por los siglos de los siglos, Amen.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Tienes alguna duda, comentario, sugerencia no te olvides de dejarlo para poder mejorar nuestra página.